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Indignación popular al desaparecer en un río dos jóvenes perseguidos por guardias civiles

Dos jóvenes jornaleros en paro, Ángel Luis Sánchez Redondo, de 19 años, y su primo Marcelino Garrido Redondo, de 18 años, desaparecieron el pasado domingo arrastrados por las aguas del río Matachel (Badajoz) cuando, tras ser sorprendidos cazando furtivamente, huían de la Guardia Civil. En un ambiente de tensión y nervios proseguía ayer la búsqueda de sus cuerpos, mientras que familiares y vecinos de Palomas (Badajoz, 800 habitantes), afirman que la Guardia Civil no les auxilió al tirarse al río.

Los hermanos Ángel Luis y Viviano Sánchez Redondo y sus primos Marcelino Garrido Redondo y Dámaso Redondo Osorio, todos ellos miembros de familias humildes y numerosas, salieron el pasado domingo a cazar furtivamente, práctica al parecer habitual en este pequeño pueblo, en donde la captura y posterior venta de conejos, liebres y peces se presenta como una alternativa para sus modestas economías.Cuando se encontraban en el interior de un coto de caza fueron sorprendidos por la Guardia Civil y se dieron a la fuga. Dámaso fue detenido, y, según el testimonio de varios vecinos a Radio Nacional de España (RNE), "la Guardia Civil le colocó un palo atrás y le desabrocharon los botones del pantalón" para que no pudiera escapar. Mientras tanto, los tres jóvenes encontraron el camino cortado por el río Matachel, crecido por las lluvias.

Los tres se lanzaron a sus turbias aguas, pero mientras que Viviano quedó atrapado en unas zarzas y pudo cruzar a la otra orilla, los cuerpos de Ángel Luis y Marcelino desaparecieron cauce abajo.

"Los han dejado que se ahoguen", "si Viviano no se salva no nos enteramos", "los criminales los han matado", podía escucharse en la emisora entre sollozos, gritos y lamentos de la madres de Marcelino y Ángel Luis. Otros vecinos corroboran la falta de auxilio por parte de la Guardia Civil y la actitud que los agentes adoptaron al detener a Dámaso: "Se han ahogado como ratas".

Doce y siete hermanos

A partir de las seis de la tarde del pasado domingo, la práctica totalidad de la población de Palomas se lanzó sobre el río para intentar localizar los dos cuerpos. "Los hombres ayudaban con linternas y con los faros de los coches. Las mujeres seguimos pendientes de las ventanas para ver si nos traen algunas noticias", comentó a este periódico Adela. "Son familias numerosas y humildes. En el caso de Ángel Luis se trata de 12 hermanos, y siete en el de Marcelino, éste además con los padres enfermos".La práctica del furtivismo en Palomas es reconocida por todos: "Porque es un medio de vida más. Con cuatro jornales en la aceituna y la vendimia no podemos comer. Y ahora ya ve: a perro flaco todo se le vuelven pulgas. Las desgracias siempre ocurren en las casas más pobres", decía otra vecina, Antonia.

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Entre la población se cree que los dos agentes que persiguieron a los jóvenes pertenecen al puesto de Hornacho, otra población cercana, y que incluso éstos llegaron a presentar denuncia por furtivismo contra los jóvenes.

El delegado del Gobierno en Extremadura, Juan Ramírez Piquera, se encontraba ayer ausente, y su sustituta, la gobernadora civil de Cáceres, Alicia Izaguirre, manifestó desconocer la denuncia popular sobre la falta de auxilio por parte de los guardias civiles, y aseguró que el caso se investigará.

Guardia Civil, Protección Civil y los propios vecinos de Palomas prosiguen la búsqueda de los dos jóvenes en el río, pero las condiciones en que se encuentra dificultan las tareas de rescate.

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