El juez Falcone consigue un soplón mafioso de notable importancia
Giovanni Falcone, el legendario juez encargado de la Mafia, que logró la confesión de Tommasso Buscetta e hizo posible el maxiproceso contra 400 mafiosos en Palermo (Sicilia), ha obtenido un nuevo triunfo al conseguir, esta vez, la confesión de un personaje tan importante como Francesco Marino Mannola, de 44 años, miembro del clan Corleone. Este grupo de Totó Riina -de idéntico nombre y origen local que la familia cinematográfica de la saga El Padrino- ha triunfado en las últimas guerras entre mafias y era considerado hasta ahora como intocable.
Es la primera vez, que la nueva Mafia, la que impera hoy, recibe un duro golpe. Hasta ahora, los mafiosos que caían bajo la justicia, aquellos denunciados por los llamados arrepentidos, pertenecían siempre a los clanes perdedores, nunca a los que tenían la sartén por el mango de la Piovra (El Pulpo, nombre con el que también se conoce a la Mafia).
Ahora el que está cantando de plano ante Giovanni Falcone (sus confesiones llenan ya trescientas páginas) es una persona que hasta ayer mismo pertenecía al poderoso e inatacable clan de los Corleone, al que había decidido arrebatar el poder.
Aspectos nuevos
Por ello, el importante soplón que ha conseguido Falcone puede divulgar secretos más importantes que los que relató Buscetta o Contorno, los dos grandes arrepentidos. Marino tiene cosas que contar totalmente desconocidas hasta ahora por los jueces.Por ahora, 14 personas han sido detenidas en Palermo, Roma y Nápoles y otras 50 están bajo sospecha de conexión mafiosa a la espera de que Marino aporte pruebas concretas contra ellas. Según las primeras declaraciones del nuevo soplón hay una evidente conexión entre la Cosa Nostra, la clase política y los últimos delitos políticos de la Mafia.
Il capo arrepentido es uno de los personajes de mayor envergadura de la Piovra ganadora de la guerra entre clanes. Está considerado un duro, por lo que se le conoce irónicamente con el apelativo de Mozzarella, el típico queso blando italiano.
Cuando fue detenido por segunda vez en 1985, ante los carabineros que le encañonaban, dijo con tranquilidad: "Mi destino es huir [de la prisión]". Lo había hecho en 1983 de la cárcel de Palermo y durante tres años nadie fue capaz de echarle el guante. Se integró entonces plenamente en la nueva Mafia que, a base de hacer funcionar las luparas (escopeta preferida de los mafiosos), se deshizo de los viejos clanes.
Marino decisió que habalría el pasado septiembre, cuando la vendetta empezó a caer sobre su familia. Su hermano Agostino y su socio Vicenzo Puccio (con el que preparaba la toma del poder) fueron asesinados. Los Corleone daban su primer aviso. Mozarella tembló y comenzó a confesar. Los Corleone perdieron el tiempo: hace pocos días, fueron halladas muertas la madre, una hermana y una tía de Marino.
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