El reformismo de Chadli Benyedid triunfa en el congreso del FLN argelino

El congreso extraordinario del Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino celebrado los tres últimos días en Argel ha significado una victoria de la figura del presidente, Chadli Benyedid, y de su política de reformas. En la tarde de ayer, a pocas horas de la clausura del congreso, parecía seguro que, pese a todas sus reticencias, los representantes del durante 27 años partido único argelino terminarían por aceptar la idea del multipartidismo.

Los mismos hombres darían su aprobación a la necesidad de liberalizar la economía del país magrebí, asfixiada por el peso del sector público. Superada la prueba de fuego del congreso, Benyedid acelerará en las próximas semanas las reformas.La Prensa argelina, en su práctica totalidad sometida aún a la tutela del Estado, ha desplelgado estos días su habitual panoplia de ampulosidad y retórica para referirse al congreso del FLN. Umbral histórico, Ser o no ser, La hora de la verdad y títulos semejantes han inundado las primeras páginas. En verdad, el cónclave de los mandos del partido que dirigió la guerra de liberación argelina y hasta el pasado febrero monopolizó el poder era importante. Se trataba de saber si el FLN osaba o no enfrentarse al jefe del Estado, que es también el presidente del partido, pero que desde la revuelta de octubre de 1988 ha impuesto su política de cambio.

El FLN no lo ha hecho. Incluso la vieja guardia ha proclamado que el presidente es intocable y que atacarle puede suponer la creación de un peligroso vacío de poder. El congreso se ha celebrado en una Argelia sacudida por las huelgas, el ascenso del integrismo del recién legalizado Frente Islámico de Salvación (FIS) y las manifestaciones feministas contras las agresiones que sufren las mujeres que trabajan o tienen comportamientos considerados antiislámicos. Una Argelia cuya juventud ha perdido la confianza en sus dirigentes y que presenta un pavoroso panorama de paro (1,2 millones sobre un total de 23 millones de habitantes, según cifras oficiales), deuda exterior (24.000 millones de dólares) y carestía de productos básicos de consumo.

En una improvisada conferencia de prensa celebrada antes de la clausura del congreso, prevista para la madrugada de hoy, Chadli Benyedid afirmó: "Nunca me separaré del FLN, pero quiero subrayar que soy el presidente de todos los argelinos". Días antes, fuentes de la presidencia habían manifestado que Benyedid deseaba que el FLN siguiera su camino, pero que en caso de no hacerlo recurriría directamente al pueblo. El presidente tenía a su favor el apoyo de la mayoría de las fuerzas armadas, las esperanzas de la población argelina y la coyuntura internacional, caracterizada por la rápida evolución en los países socialistas que han servido de modelo a Argelia desde su independencia. No obstante, la vieja guardia ha presentado una dura batalla con constantes alusiones a "la gloriosa historia del FLN" .