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Aoun acepta la mediación francesa en Líbano

Ángeles Espinosa

ENVIADA ESPECIALLa amenaza de una nueva guerra que pendía sobre los libaneses desde el pasado domingo empezó a diluirse ayer cuando sobre el trasfondo del ruido de sables las partes en conflicto optaron por el enfrentamiento dialéctico. De momento, el general Michel Aoun ha aceptado la mediación francesa e incluso evoca la posibilidad de un compromiso con Siria.

Por su parte, el ministro de información del Gobierno de Selim Hoss, Edmond Rizk, ha desmentido que se estuviera preparando una invasión de las regiones bajo el control de Aoun.El nuevo presidente libanés, Elías Haraui, parece haberse salido con su propósito de provocar una reacción tanto interior como externa. A sólo cinco días de su elección, ya ha logrado un respaldo internacional unánime, en el que hay que destacar las posturas de Estados Unidos y Francia. La Administración norteamericana ha visto con buenos Ojos el nombramiento del nuevo jefe del Ejército, general Emile Lahud, y ha solicitado del general Aoun que acate la única legalidad, representada por el recién estrenado Gobierno. París se ha apresurado a ofrecer su mediación para frenar un conflicto que se auguraba inminente.

Más allá de este eco internacional han sido los propios ambientes políticos libaneses los que han dado un vuelco. Entre el temor por los movimientos de tropas y las huelgas en pro o en contra de la presencia del general Aoun, la población -y muy en especial en las regiones del este- necesitaba saber las intenciones de sus dirigentes. Por fin, tras nueve meses del silencio más absoluto, el líder de las Fuerzas Libanesas (FL), Samir Geagea, compareció ayer ante los medios de comunicación para explicar que sus hombres lucharían al paso del Ejército libanés (brigadas leales al general Aoun) en caso de que se produjera un ataque de las fuerzas sirias contra las regiones del este.

El hombre que se pretende heredero del asesinado Bechir Gemayel conminó también al propio presidente Haraui a acudir en defensa de esta zona del país, en la que, aseguró, él también tiene raíces. Su intervención, en árabe y sin traducción simultánea, constituyó más un comunicado que una verdadera conferencia de prensa, por cuanto los periodistas no pudieron hacer preguntas. Esta declaración en favor de la unidad de las filas cristianas, sin dejar de hacer un guiño al Gobierno resultante de Taif, no termina de aclarar, sin embargo, cómo va a salirse de la actual situación de crisis.

La decisión que pudieran adoptar las FL habían mantenido en jaque hasta ahora no sólo a muchos habitantes del sector controlado por Aoun, sino al propio nuevo Gobierno libanés. Ni el mando de esa milicia, que reparte su dominio con los soldados del general, junto a los que han luchado durante la guerra de liberación, ni las fuerzas ni los grupos políticos aliados a ella han adoptado una posición clara respecto a la Administración recién creada. La ambigüedad llega a tal extremo que dos miembros de este frente nombrados ministros por el Gabinete de Hoss no han asistido a los consejos ministeriales, sin haber renunciado tampoco a sus carteras.

Estado dentro del Estado

Existe por parte de la dirección de las FL la voluntad de colaborar con su proyecto reformista. Se achaca en esos mismos círculos al interés de no provocar divisiones en las filas cristianas, la timidez del apoyo que les han prestado hasta ahora. La realidad resulta algo más complicada. Convertidas en un verdadero Estado dentro del Estado, las FL, que cuentan com más potencial militar menor pero mejor preparado que el Ejército, perderían su razón de ser si se reimplantara el Estado de derecho. "Se trataría de darles una cuota de poder y de integrar a sus efectivos armados en las filas del Ejército", asegura uno de los consejeros de Haraui. Tampoco hay que olvidar la vendetta pendiente por parte del clan Frangie, uno de los pilares de la nueva Administración, contra Geagea por el asesinato de Tony Frangie en 1978.Mientras tanto, varias decenas de miles de seguidores de Aoun volvieron a manifestarse en su apoyo ayer, en el segundo día de huelga general observado en el sector bajo su control para protestar contra un hipotético asalto sirio al palacio presidencial de Baabda. Los aunistas formaron una verdadera barricada humana en los aledaños de la sede del Gobierno militar, a la que ayer se unieron una treintena de diputados franceses de la oposición. Los parlamentarios, encabezados por François Leotard, del Partido Republicano, han querido protestar así contra la política de su Gobierno que el día anterior envió a Chtura y Damasco a un enviado especial del presidente François Miterrand. A pesar de haber aceptado la mediación francesa, Aoun aprovechó la presencia de los franceses para solicitar la intervención de su país contra una eventual agresión de las tropas ocupantes sirias.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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