Ultimatum del presidente libanés al general Aoun

El nuevo presidente libanés, Eías Haraui, trabaja contra reloj para evitar lo que ya da todo el mundo como cierto en Beirut: un enfrentamiento armado con su rival político, el general Michel Aoun, que se resiste a abandonar el palacio de Baabda. En el último momento, el Consejo de Nlinistros que dirige Selim Hoss retrasó el pasado domingo por 48 horas la designación del general Emile Lahud como nuevo comandante en jefe del Ejército, que hubiera equivalido a una verdadera declaración de guerra contra el general cristiano.

Haraui, que reiteró ayer su resolución de ocupar la sede de la presidencia, en lo que ha sido interpretado como un ultimátum a Aoun, desea, sin embargo, apurar todas las vías, y para ello buscaba ayer cualquier mediación posible.En círculos cercanos al flamante jefe del Estado nadie ha creído que sus declaraciones conminando al general a desalojar la sede de la presidencia, significaran una advertencia de intervención inmediata. "¿Cómo va a permitir que los sirios entren en Baabda cuando fue precisamente él quien impidió que entraran en Zahle?", se preguntaba incrédula ayer una de sus sobrinas en el camino de Beirut a Chtura. "Más bien al contrario, se ha tratado de una forma de provocar reacciones positivas rápidas en los medios implicados, sobre todo de aquellos que han permanecido con los brazos cruzados hasta ahora, aseguró más tarde a EL PAÍS una fuente próxima a la presidencia, en uno de los salones del hotel Park de Chtura, al que continúa prohibido el acceso de los periodistas.

La fuente, que pidió el anonimato, se refería así a las fuerzas cristianas, que aún no se han manifestado sobre sus posiciones, como el Partido Kataeb (falange), y su milicia asociada, las fuerzas libanesas. El jefe del Qaquel, George Saade, y otro miembro del mismo bloque, Michel Sasin, han sido nombrados ministros del nuevo gabinete, pero todavía no han tomado una decisión clara sobre su participación. Tanto Saade, que se encuentra. "refugiado" en su Chebtin natal, bajo protección de las FL, como Sasin, quien ha preferido retirarse a París, esperan la toma de postura de sus cuarteles generales.

Una reunión celebrada ayer en la sede del patriarcado Maroni, en Bker Ke, entre los obispos cristianos y diversas personalidades del Este, no les facilitó la luz verde esperada. El encuentro, que concluyó sin un comunicado oficial, se limitó una vez más a solicitar una so lución al dilema libanés por la vía del diálogo. Blker Ke, que desde el principio se ha alinea do con las resoluciones de Taif, asume, como el resto de las fuerzas cristianas contraria a Aoun, que adoptar una postura militante ahora significaría abrir las puertas a un conflicto intercristiano, algo que el Este político desea evitar más aún que un eventual enfrentamiento con las tropas sirias.

De ahí que incluso los propios cristianos favorables a Haraui se opongan con firmeza a la eliminación fisica del general, una eventualidad que nadie desea tomar en consideración. "Su muerte le convertiría en un héroe y quemaría todo el apoyo que el nuevo presidente pudiera encontrar en las regiones bajo su control% confiesa una maronita pro-Haraui, consciente del apoyo popular de que goza Aoun. En medios cercanos a la presidencia se sabe que ese respaldo constituye parte de su fuerza y que es más rentable atraerlo a la legalidad por la vía de la paz que perderlo por el camino de una guerra en la que todos saldrían perdiendo.

Por su parte, el general cristiano, que ha entrado de lleno en la carrera emprendida por Haraui, convocó en la tarde de ayer una conferencia de Prensa en la que se declaró dispuesto a luchar hasta el fin.