Thatcher se vuelve atrás de su decisión de abandonar la política

Margaret Thatcher, que a principios de mes anunció su disposición a dejar el liderazgo del partido y del Gobierno tras una hipotética victoria en las próximas elecciones, se ha retractado ahora de aquella debilidad y ha confirmado su intención de disputar al menos dos comicios más "por aclamación popular".El cambio de opinión se produce en un momento de gran inestabilidad en el Partido Conservador británico, al que, por primera vez en tres lustros, se le presenta una candidatura alternativa al liderazgo, a la que se teme por reveladora de divisiones internas.

El Partido Conservador atraviesa momentos de gran incertidumbre, fruto de un estilo de Gobierno de Thatcher que ha hecho saltar a la palestra a quienes creen que ya es hora de poner remedio a la continua caída del aprecio popular sufrida por el partido, muy por detrás de los laboristas en sondeos sobre intención de votos. La marcha poco firme de la economía, que ha obligado a adoptar medidas impopulares, unida a otros conflictos (como la sonada dimisión del ministro de Hacienda, Nigel Lawson), ha socavado la credibilidad de Thatcher, quien, para colmo de desdichas del partido, dio a entender hace unas semanas su disposición a retirarse una vez lograda la próxima victoria electoral. Tal revelación fue considerada como un tremendo error político que dejaba a Thatcher fuera de juego, y al partido, expuesto a la intemperie.

Esa viciada atmósfera partidista de malestar, desconcierto y confusión generó tensiones que se han plasmado en la presentación de una candidatura alternativa al liderazgo conservador. Sir Anthony Meyer -un parlamentario poco conocido, al que la thatcheriana Prensa popular llama sir Donnadie, sin ningún seguimiento en el partido- ha dado el paso adelante con la intención de animar a otros contendientes -él sabe que carece de la más mínima posibilidad-, o en su defecto, hacer aflorar el disgusto interno con Margaret Thatcher.

Meyer se ha ratificado en su intención de hacer frente a una primera ministra que, dice él, está dispuesta a aferrarse al cargo de por vida; al mismo tiempo, Thatcher, al dejar claro a sus rivales que mantiene su ansia de pelea, hace más diricil ¡apresentación de otras candidaturas.

La votación del próximo día 5 servirá, en cualquier caso, para conocer el exacto seguimiento con que la primera ministra cuenta en el partido, pues las abstenciones deberán valorarse políticamente como votos de censura. Un muy elevado número de abstenciones podría forzar una segunda consulta y atraer a candidatos con más posibilidades, aunque los nombres más populares han negado que vayan a presentarse contra Thatcher. Los líderes del partido están haciendo estos días el máximo esfuerzo para evitar el desafilo electoral y alegan que nada puede ser tan dañino como dar imagen de desunión.

Por otro lado, la primera ministra británica, Margaret Thatcher, declaró ayer en Washington, tras cuatro horas de conversaciones con el presidente George Bush, que el mundo "no debe esperar grandes sorpresas" de la próxima cumbre flotante en Malta entre el presidente George Bush y el líder soviético, Mijail Gorbachov, y que "lo importante de la reunión es,que tenga éxito", informa Carlos Mendo. La dirigente conservadora se manifestó contraria a un desarme acelerado y expresó su convicción de que el papel de la Alianza Atlántica sigue siendo "vital".