El fiscal investiga a un ex jefe de policía de Barcelona por un supuesto robo a un joyero

El fiscal José María Mena ha solicitado que se investigue la actuación del inspector de policía Emilio Monge, ex jefe de la Brigada de Atracos de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, en relación con un supuesto robo al joyero Joaquín Reche, cometido el 22 de junio de 1984. El fiscal pone en duda que se produjera la sustracción de las joyas, valoradas en 15 millones de pesetas.

La petición del fiscal se apoya en las irregularidades observadas en el informe policial sobre el presunto robo, cuya comisión es dudosa tanto para el ministerio público como para la compañía aseguradora., Unión Iberoamericana, que pagó 10 millones de pesetas al joyero Joaquín Reche Jardí. Por el presunto atraco serán juzgados el 4 de diciembre en Barcelona Manuel Alba Melero y Virgilio Morales Santana, para quienes el fiscal pide la absolución. "No consta que el 22 de junio de 1984 dos personas entrarán en el domicilio de Joaquín Reche Jardí, en la avenida de Madrid número 64 de Barcelona, y que le obligaran con armas de fuego entregar un maletín con muestrario de joyas", señal an escrito del fiscal sobre el su puesto atraco. "Consta", continúa el documento, "que el señor Reche ha percibido 10 millones de pesetas de la compañía aseguradora en concepto de indemnización por robo del muestrario".Se da la circunstancia de que la presunta víctima, el propietario de la joyería, y los dos supuestos atracadores, Alba Melero y Morales Santana, fueron compañeros de galería en la cárcel Modelo de Barcelona entre los años 1971 y 1975. El joyero ingresó en prisión por una estafa.

La apertura de la investigación es requerida también por las declaraciones efectuadas ante el jaez por el inspector Emilio Monge, al apreciarse, según el fiscal, anomalías en la confección del informe. Otro de los inspectores que intervino en el caso es Francisco Enrique Riquel, que en 1984 era jefe del segundo grupo de la Jefatura de Policía.

Contradicciones

Las declaraciones efectuadas durante la instrucción del sumario por el joyero Joaquín Reche ponen de manifiesto numerosas contradicciones.

De acuerdo con la denuncia presentada por Reche, en la mañana del 22 de junio de 1984 dos personas entraron en su domicilio, le amenazaron con una pistola y le obligaron a llamar a la joyería que regentaba para que un viajante le llevase un muestrario a su casa. Cuando el empleado de Reche llegó al domicilio, los presuntos atracadores huyeron con el botín, según la versión del joyero.

Durante seis meses la policía no averiguó nada, hasta que en diciembre de 1984 el propio joyero se presentó en la Brigada de Atracos diciendo que había encontrado en una mesa de su joyería un pasaporte y unas fotograflas en las quie dijo reconocer a uno de los atracadores.

Ante la petición del joyero de que estas presuntas pruebas no figuraran en las diligencias como aportadas por él mismo, Monge ofreció como alternativa que agentes de su brigada registraran el local y localizaran las fotografias inculpatorias. Este extremo ha sido reconocido el juez inspector ante el juez. Reche aseguró entonces que no había visto con anterioridad al presunto atracador, pero en declaraciones posteriores admitió que había sido compañero suyo de celda en la cárcel Modelo.