Colombia suspende la Liga por la presión del narcotráfico
El Gobierno de Colombia ha decidido suspender indefinidamente la Liga de este país e impedir la participación de cualquier equipo en un torneo internacional, debido al clima de violencia y fraude que asola al mundo del balompié colombiano en estos momentos, dominado por los grandes señores del narcotráfico. La crisis moral del fútbol alcanzó su mayor degradación la pasada semana con el asesinato de un juez de línea. Lo único que se mantendrá será la participación en el Mundial de Italia y la presencia del Atlético de Medellín en la final de la Copa Intercontinental contra el Milán.El fútbol profesional colombiano, en su mejor momento deportivo, ha tenido que parar ante el rumbo enloquecido que tomó por parte de sus dirigentes y aficionados. La muerte la semana pasada de un inocente árbitro de fútbol a manos de los sicarios, no puede tomarse esta vez como un hecho aislado, ajeno a la actividad, sino que finalmente llegó a la conciencia de la podredumbre que invadía la Liga profesional.
La sociedad colombiana considera que esta medida debió haberse tomado hace mucho tiempo. Para nadie era un secreto que los equipos profesionales pertenecían a miembros de los grandes cárteles de la droga y que su dinero estaba siendo utilizado para presionar los resultados con algunos árbitros.
Toda esta miseria comenzó hace un año, pues la guerra de los cárteles -el de Medellín y el de Cali- que inundaba el país, afectó también al fútbol donde ambos bandos tenían sus intereses. El campeonato se encontraba en su etapa crucial, como ahora, cuando comenzaron a verse manejos de algunos árbitros en favor de los equipos controlados por la Mafia. El escándalo mayor se produjo al ser secuestrado en Medellín el árbitro Armando Pérez, quien fue obligado a entregar a la luz pública una terrible amenaza: "Los árbitros que se porten mal, serán borrados".
