Ceaucescu reafirma la continuidad de su régimen
Nicolae Ceaucescu, presidente de Rumanía y secretario general del Partido Comunista de Rumanía (PCR), prorrumpió ayer en un definitivo autoelogio de los logros conseguidos en Rumanía durante sus años de mandato, lanzó agudas críticas contra los países socialistas que han iniciado reformas democratizadoras y aseguró una vez más la continuación de su régimen, condenado por la comunidad internacional por las continuas violaciones de los derechos humanos. Con estos mensajes, pronunciados a lo largo de un discurso de seis horas, quedó inaugurado el 14º Congreso del PCR.
ENVIADA ESPECIALEl Congreso del PCR deparó una sorpresa. Por vez primera en la historia de las relaciones de la URSS y la Rumanía comunista, Ceaucescu reivindicó indirectamente la Besarabia rumana, que desde 1940 conforma la República Soviética de Moldavia. Hay que "iniciar negociaciones entre los Estados interesados para liquidar por completo las consecuencias de la 11 Guerra Mundial", declaró el conducator rumano, que añadió: "Es necesario condenar y anular todos los acuerdos concluidos con la Alemania de Hitler". Los miembros de la delegación soviética fueron los primeros sorprendidos por esta declaración, según dijo un portavoz rumano."Aquellos que dicen que ya no quieren sociaJismo, que quieren capitalisirio, son justamente los que aprovecharon sus cargos en beneficio propio y no sirvieron al bienestar de su pueblo", manifestó el conducator ante el llamado Congreso de las Grandes Victorias del Socialismo. "¡Hay que hacer todo para que este lozano Socialismo perdure en Rumanía y en el mundo entero!", manifestó elevando la voz. Sus palabras fueron seguidas por aplausos constantes que se iniciaban sospechosamente en los altavoces, como las risas grabadas de una telecomedia norteamericana.
Pocos minutos antes, Nicolae Ceaucescu había asegurado que "el socialismo se ha convertido en un hombre lozano, un príncipe azul", al que llegó a agradecer, como si de un dios se tratara, que el cielo de Bucarest se hubiese despejado ayer, día de la inauguración del congreso. En el mismo tono apocalíptico continuó su visión de los actuales acontecimientos internacionales, entre los que destacó la amenaza de una tercera guerra mundial y, sin mencionarlo expresamente, la demolición del muro de Berlín y el debate sobre la reunificación alemana.
"La existencia de dos Estados alemanes debe continuar siendo realidad hoy y mañana", declaró el dictador, una frase que no fue incluida más tarde en el discurso de 141 páginas facilitado por escrito a los periodistas. "Insisto en todo esto porque ahora, cuando vuelvan a ser activas ][as fuerzas revanchistas, neonazis, resulta necesario no hacer concesienes en nombre de laflarnada libertad de expresión", declaró Ceaucescu, al son, de nuevo, de las palmadas disciplinadas de sus seguidores.
Ceaucescu, detrás del cual se sentaba su mujer, Elena, pieza clave en la orientación estalinista del comunismo rumano, hizo un llamamiento a los países socialistas, para llevar a cabo una conferencia internacional en la que se debata el estado actual y los problemas del socialismo. Un llamamiento que viene haciendo en sus discursos desde hace vai¡os meses, y que ninguno de los países del Pacto de Varsovia parece querer contestar. El dirigente rumano, no obstante, no pronunció ni una sola vez las palabras perestroika o glasnost, ni mencionó concretamente a ninguno de los socialistas que han iniciado las reformas democráticas.
El discurso de inauguración del congreso -en el que se decidirán a partir de hoy las bases del plan quinquenal 1991-1995, la orientación económico-política hasta el año 2010 y las elecciones en todos los órganos del PCRfue dedicado en gran parte a dar a conocer las "grandes victorias y logros" de las cuatro décadas de dominio comunista en Rumania, especialmente de las dos últimas (Ceaucescu es secretario general del PCR desde 1965). Afirmó que Rumanía está entrando, tras haber concluido hace pocos meses el pago de toda la deuda externa, en una nueva etapa de "desarrollo multilateral de la sociedad socialista".
Restricciones al consumo
Un desarrollo, sin embargo, en el que no se cuestiona poner fin, a las dramáticas restricciones en el consumo interno del país. "Reducir consumos de materias primas, de combustibles, y, eso sí, aumentar la productividad", fueron reseñados por el presidente al hablar del próximo plan quinquenal. Algo a lo que están acostumbrados ya desde hace tiempo los rumanos, que empiezan a aparcar a las diez de la noche los coches (los que lo tienen) en la cola de la gasolinera para intentar ser los primeros en abastecerse a la mañana siguiente. 0 cuando los propios delegados comunistas en el congreso (3.308) compraban y guardaban ayer en sus bolsos hasta 10 tabletas de chocolate en el bufé abierto durante la pausa del discurso.
El presidente rumano prometió también continuar su política de "libertades en este país democrático", incidiendo en la "necesidad de que se escriban más obras literarias que ensalcen los valores patrióticos". "Prensa, radio y televisión deben continuar guiando al pueblo por la senda del socialismo". La única concesión a otra personalidad que no fuera él fue a Yasir Arafat.
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