Lula y Brizola se disputan el segundo puesto en las elecciones brasileñas

Un día después de concluida la primera vuelta de las elecciones presidenciales brasileñas, los cómputos no oficiales de las cadenas de televisión privadas confirmaban la victoria del populista de derecha Fernando Collor, de 40 años. Según los mismos cálculos, la lucha por el segundo puesto, que da acceso a la segunda vuelta, es una reñida competencia entre los candidatos de izquierda Leonel Brizola, de 67 años, y Luis Lula, de 44.

Ningún candidato ha conseguido la mayoría absoluta y será necesaria una segunda vuelta para decidir quién será presidente, el próximo 17 de diciembre. El computo de votos ha puesto de manifiesto una auténtica "orgía de incompetencia" del aparato estatal y del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que en 24 horas se mostró incapaz de facilitar unos resultados mínimos.Casi cinco horas después de cerradas las urnas, el TSE había prometido los primeros resultados. En una conferencia de prensa esperpéntica el TSE facilitó los cómputos de 10.680 votos. Se trataba de los votos emitidos por los brasileños residentes en 19 países extranjeros. Por momentos, sus anuncios TSE ridiculizaban a la máxima instancia electoral de Brasil.

Toda información sobre los resultados de la elección presidencial brasileña, la primera directa y democrática después de 29 años, está prendida con alfileres. El fracaso total del TSE en facilitar datos oficiales volcó la atención de los observadores en la iniciativa privada, representada en esta ocasión por las cadenas audiovisuales. Esto provocó que algunos comentaristas en la televisión hiciesen escarnio de la incapacidad del TSE y se mofasen de la incompetencia del aparato estatal.

El 'sprint' final

Los resultados que ofrecían las cadenas de televisión mostraban un cerrado sprint final por el segundo puesto entre Brizola y Lula. Unas veces iba por delante con 100 ó 200.000 votos Lula y en los resultados siguientes era Brizola quien pasaba al segundo puesto con una ventaja similar. No se puede aventurar quién será el candidato que disputará a Collor la presidencia en la segunda vuelta, que se celebrará el 17 de diciembre, si el TSE es capaz de presentar los resultados definitivos dentro de los plazos legales establecidos. Esto empezaba a ponerse en duda ayer en Brasilia, ante la lentitud de los resultados oficiales.El día siguiente a la elección amaneció con Lula en cabeza. La perspectiva de un Collor-Lula en la segunda vuelta desencadenó una baja de algo más del 7% en la bolsa de Sao Paulo. Uno de los máximos dirigentes del Partido de Renovación Nacional (PRN), un minipartido que da soporte legal a la candidatura de Collor, se mostró durante un desayuno con el enviado de este periódico seguro de que la segunda vuelta sería Collor-Lula: "Ganaremos con seguridad, porque en Brasil los pobres no votan a un pobre".

Con el paso de las horas Brizola superaba a Lula. Estas oscilaciones impiden cualquier anticipo sobre quién será el segundo, porque la diferencia entre los dos era menor del 0,5%. La clientela electoral de Lula está distribuida por todo el país de un modo bastante uniforme. Los votos de Brizola se concentran de forma arrolladora en sus feudos tradicionales de Rio de Janeiro y su estado natal Rio Grande do Sul.

Cuando todavía no se sabe quiénes serán los contrincantes en la segunda vuelta, ya se habla en Brasil de la necesidad de reformar lo antes posible la Constitución, para introducir el sistema parlamentario.