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El desarme convencional será realidad el próximo verano

La OTAN y el Pacto de Varsovia reanudan hoy en Viena la negociación sobre la reducción de fuerzas convencionales en Europa (CFE), que no podrá terminar en marzo, como deseaba el presidente de EE UU, George Bush, pero que ambas partes esperan ahora concluir a principios del verano gracias al constante acercamiento de posiciones entre los dos bloques. La tercera sesión negociadora acabó el 19 de octubre con un acuerdo sobre una definición común de la artillería que excluye, como pretendía la OTAN, los cañones anticarro.

La cuarta sesión que hoy comienza se centrará en la definición de los carros de combate, los vehículos de transporte blindados, los helicópteros de combate y los efectivos, que no plantean grandes dificultades, y de la aviación, que constituye quizá el problema más arduo por resolver.Los 16 miembros de la Alianza Atlántica acabaron aceptando en julio, tal y como pedían los siete países del Pacto de Varsovia, incluir la aviación de combate en las conversaciones y propuso un techo máximo de 5.700 aparatos por bloque. Pero la URSS insiste en excluir a los bombarderos de largo alcance, los aviones de entrenamiento y, sobre, todo, a .1.800 aparatos que describe como su aviación defensiva, a lo que se niegan los occidentales por considerar que incluso esa rama de la fuerza aérea soviética es cada vez más polivalente.La verificación del cumplimento de lo pactado tampoco parece ser un gran obstáculo, sobre todo desde que al acabar la tercera ronda negociadora el Pacto de Varsovia puso sobre el tapete una proposición más coercitiva que, según reconoció Stephen Ledogar, jefe de la delegación norteamericana, va más allá de lo propuesto por la OTAN. París y Londres se mostraron reservadas ante una propuesta soviética que permitiría la inspección de su aviación nuclear y les podría obligar a notificar algunos de sus movimientos militares fuera de Europa.

Estas discrepancias entre aliados ponen de relieve que en la negociación CFE resulta a veces más difícil la elaboración de una postura común entre miembros de una misma alianza que la aproximación de posiciones entre bloques rivales.

Divergencias en el Pacto

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Las divergencias son ahora más acentuadas entre los siete socios del Pacto de Varsovia que entre occidentales porque Varsovia y, sobre todo, Budapest han perdido su docilidad ante Moscú. La única amenaza que parecen temer verdaderamente las autoridades húngaras es la de Rumanía.

Este contexto puede explicar la reiteración por la URSS, a finales de octubre, de su propuesta de disolución de las alianzas militares que empezaría con la total repatriación de aquí al año 2000 de sus tropas y de las de EE UU estacionadas en el Este y el Oeste del Viejo Continente.

"Rusos fuera"

Moscú, que no descarta nuevos repliegues unilaterales, parece querer anticiparse así al deseo de algunos de sus ex satélites, como Hungría, donde en más de una manifestación se ha gritado "Rusos fuera".

La oferta soviética, rechazada por los ministros de Defensa de la OTAN en su reunión de Vilamoura (Portugal), se enmarca en toda una serie de iniciativas ilustrativas de su buena voluntad como el anuncio de la reducción, de aquí a 1994, de su producción de carros de combate en un 50%, hasta situarse a un nivel similar al de EE UU, la retirada del mar Báltico de todos los submarinos nucleares de tipo Golf y la propuesta hecha a Japón de iniciar conversaciones de desarme.

Aunque la aproximación de posturas entre el Este y el Oeste apenas se haya plasmado en acuerdos, el rápido acercamiento de los puntos de vista y la voluntad política de alcanzarlos mostrada por ambos bandos incitaban a Stephen Ledogar a vaticinar en octubre que las CFE podía concluir a principios del verano porque se había allanado mucho el camino para lograr un compromiso global.

La cuarta sesión negociadora sobre la reducción de fuerzas convencionales que hoy -comienza tiene previsto concluir el 21 de diciembre. Las conversaciones paralelas que se celebran también en Viena sobre medidas de confianza y seguridad (CSBM) abrirán mañana su cuarta ronda.

[Un factor que favorece un rápido acuerdo en Viena, según declaró Ledogar a The New York Times en vísperas de su viaje a Europa, es la necesidad de que la situación de seguridad esté a la par con los cambios políticos y económicos que se registran en Europa del Este, según informa Efe.]

[Por otra parte, el estado mayor norteamericano ha aceptado una propuesta sovíética para eliminar la necesidad de elaborar un reglamento para las pruebas de armas espaciales como precondición para avanzar en el desarme nuclear, según informó ayer The Washington Post, que cita a un alto jefe militar norteamericano que requirió el anonimato.]

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