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El anuncio de que continuará el ajuste afianza las bajas en la bolsa

El anuncio de que se mantendrán las medidas de ajuste para con según un enfriamiento suave y duradero de la economía, efectuado por el ministro en funciones Carlos Solchaga el pasado lunes, sólo ha servido para afianzar la tendencia descendente en las bolsas españolas. Los goteos a la baja son el pan de cada día desde que en el mes de septiembre los índices bursátiles rompieran varios techos históricos.

Ayer, en línea con lo que viene siendo habitual desde el minicrash de octubre, los cuatro mercados españoles sufrieron nuevos retrocesos.

En Madrid, al cierre de la jornada matinal, existía expectación por ver si la contratación a través de ordenador conseguía evitar la pérdida del nivel del 300 en el índice general. El mercado de tarde, muy pendiente de la bolsa neoyorquina y de posibles sobresaltos, reaccionó con tranquilidad al suave descenso con que inició la apertura Wall Street.

De esta forma, lajornada bursátil finalizó en Madrid con una pérdida de 2,52 puntos en el índice general -2,66 al cierre matinal- Éste se situó en 301,74 enteros, 26,8 por debajo del máximo histórico conseguido el pasado 26 de septiembre.

Menor crecimiento

Los analistas hacen cábalas ahora sobre los diferentes soportes que ofrece el índice, mientras se recuerda el nivel con el que la bolsa estrenó el año 1989: 274,43.

La opinión más extendida entre los profesionales del parqué asegura que los presupuestos restrictivos anunciados el pasado lunes, y en general, medidas de ajuste como el mantenimiento de las restricciones crediticias, se traducirán en un menor crecimiento económico y de actividad empresarial. La reacción inmediata es el descuento en bolsa de tales expectativas.

Tal razonamiento tiene más razones para calar en el mercado si se considera que el gran termómetro, Wall Street, confirma al parecer las expectativas de un menor crecimiento empresarial y económico internacional el próximo año.

En la sesión de ayer, destacó más la ausencia de dinero que la presencia significativa de papel. Tal circunstancia, en opinión de los expertos, refleja la inhibición de que hacen gala los inversores desde hace ya semanas. Sólo el conocimiento de operaciones empresariales muy concretas es capaz de animar el mercado dunate breves períodos.

Quien puede, retira ganancias y quien posee liquidez, espera mejores coyunturas para poner a trabajar el dinero. Así, las cuatro plazas bursátiles españolas sufrieron decensos.

Barcelona sufrió la mayor caída, perdió más de cuatro puntos en su indicador (4,18) y fijó su índice general en 329,88 enteros. Valencia por su parte bajó 1,71 puntos (242,41) y Bilbao 3,37 (422,62).

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