Turgut Ozal, elegido presidente de Turquía por un Parlamento medio vacío
El primer ministro Turgut Ozal fue elegido ayer presidente de Turquía por siete años en la tercera vuelta electoral, celebrada en un Parlamento medio vacío. Ozal obtuvo 263 votos, superando la mayoría requerida de 226. Tan sólo los 285 diputados de] Partido de la Madre Patria (PMP) participaron en la votación. Su oponente del PMP, Fheti Celikbas, obtuvo 14 votos, mientras los otros ocho diputados de su partido votaron en blanco.
Por su parte, la oposición volvió a boicotear la elección presidencial, como hiciera en la primera y segunda vuelta, y no participó en la votación.Tras su elección, el nuevo presidente pronunció un discurso de despedida del cargo de primer ministro que tenía hasta ahora, y anunció: "Esta elección es la victoria de la democracia".
Es de destacar que Ozal es el primer presidente peregrino de la república (fue a La Meca en 1988) y el segundo civil en ocupar legítimamente este puesto. Tras la instauración de la república en 1923 -con la excepción de Celal Bayar (1950-60), que fue derrocado por un golpe militar en 1960- los otros seis presidentes eran de origen militar, incluido Mustafa Kernal Ataturk, fundador de la Turquía moderna.
La elección a la presidencia supone una victoria pírrica para Ozal, ya que, según los diversos sondeos de opinión, entre el 70% y el 80% del electorado turco le rechaza como presidente de la república. Por consiguiente, aún comparándole con el último presidente golpista, Kenan Evren, es con mucho el presidente más impopular que ha conocido Turquía.
Cuatro diputados del PMP dimitieron días atrás por la presentación de la candidatura de Ozal a la presidencia. Se espera que en los próximos días se produzcan nuevas dimisiones en el partido.
La elección de Ozal ha provocado también una crisis política que no ha degenerado en una crisis del régimen gracias a un cambio de opinión del jefe de la oposición socialdemócrata (PPSD), Erdal Inonu, que rechazó la dimisión de los parlamentarios de su partido en protesta por la elección de Ozal. Inonu no quiere provocar una "crisis de legitimidad", que sería muy peligrosa para el futuro democrático del régimen. Sin embargo, la oposición continuará con sus críticas al nuevo presidente que, afirma, "no representa a la mayoría de los turcos".
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