El fiscal eleva a 23 años supeticion para un aduanero acusado de narcotráfico

El fiscal de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa, Luis Navajas, elevó ayer a 23 años de prisión la pena de cuatro que pedía inicialmente para el agente de aduanas de Irún Javier Manuel Lecuena, implicado en el tráfico de 830 kilos de cocaína, uno de los mayores alijos de esta droga incautados en Europa. Lecuona, que se encontraba en libertad provisional, fue detenido y encarcelado al término de la vista.

Además de los 23 años de prisión para cada uno de los implicados, la pena solicitada por la acusación incluye multas individuales de 225 millones de pesetas.En sus conclusiones definitivas, el fiscal subrayó que los procesados José Tortosa y el súbdito colombiano Julián Giraldo forman parte del cártel de Cali, y dijo que es el terror a las represalias de su propia organización lo que explica la negativa de éstos a facilitar información.

De acuerdo con los informes policiales, la droga incautada tenía una pureza del 88%, estaba destinada a abastecer el mercado europeo y hubiera supuesto para estos narcotraficantes unos beneficios calculados entre los 30.000 y los 50.000 millones de pesetas.

El abogado colombiano de Julián Giraldo y el letrado que asistió a José Tortosa modificaron igualmente sus conclusiones y asumieron en nombre de sus defendidos el cargo de complicidad en el tráfico de drogas, delito castigado con cuatro años de prisión.

Durante su interrogatorio en la Audiencia Provincial, José Tortosa insinuó la posibilidad de que se haya sustraído parte de la droga incautada, aludiendo a las declaraciones oficiales que dieron cuenta, en un principio, de la intervención de casi una tonelada de cocaína, y al peso -830 kilogramos- registrado en el momento de proceder a la quema de la droga, parte de la cual, precisamente, fue devuelta al tráfico por el encargado del horno de la residencia sanitaria de San Sebastián, acción por la que se encuentra encarcelado. Según la policía, la única explicación posible es un error en el primer pesaje de la droga, realizado, según algunos agentes "en una balanza muy vieja".