Silencio oficial

La ejecutiva confederal de UGT dedicó una mínima parte de su reunión de ayer a tratar las elecciones generales y difundió un escueto comunicado de 20 líneas en el que no entra a evaluar el resultado de los comicios, salvo para afirmar que "refuerzan la necesidad de que se produzca un giro social en la política del Gobierno". La central lanza una vaga oferta de diálogo que concretará "oportunamente", es decir, cuando se conforme el nuevo Gabinete. El dirigente Antón Saracíbar manifestó que el sindicato se ha limitado a hacer "un análisis sindical".El silencio oficial responde al interés de la dirección en no reconocer la batalla previa al congreso de abril, en el que Nicolás Redondo iniciará el último mandato y quedará perfilado su sucesor. El deseo de Redondo es lograr una transición tan sosegada como la protagonizada por Marcelino Camacho en CC 00.

La UGT precisa en su comunicado que el giro social reclamado está recogido en la Propuesta sindical prioritaria, cuya elaboración fue decidida antes de la convocatoria de elecciones.

La dirección del sindicato socialista termina manifestando que "valora positivamente el comportamiento coherente de la organización en todo el período electoral llevando a efecto la resolución del comité confederal", consistente en no pedir el voto para ninguna fuerza política. Esa ambigua recomendación ha originado confusión entre los dirigentes ugetistas, incluso a la hora de asistir como espectadores a los mítines.

También el secretariado de CC OOoo OO OO analizó ayer el resultado de la consulta del domingo y destaca que desde 1982 el PSOE ha perdido 2.041.473 votos y valora positivamente que el electorado se haya desplazado hacia la izquierda, con un respaldo del 50% de los electores -suma los votos de Izquierda Unida y del PSOE-, frente al 33% de la derecha. La central reclama al nuevo Gabinete que gobierne pensando más en los trabajadores y sus demandas.