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Ozal tendrá que ir a una tercera votación para convertirse en presidente de Turquía

El primer ministro turco, el conservador Turgut Ozal, no pudo obtener ayer más que 256 votos en la Asamblea Nacional, en lugar de los 301 (de 450) necesarios para convertirse en presidente. Tras este nuevo fracaso, el segundo, el jefe de Gobierno tendrá que concurrir el martes a una tercera ronda, que se espera sea la definitiva, en la que tan sólo necesitará mayoría simple, 226 sufragios.

Ozal tuvo un único rival, Fehti Celikbas, miembro como él del gobernante Partido de la Madre Patria (PMP), quien logró 17 votos. Hubo otros 9 en blanco y 2 nulos. Un total de 28 diputados del PMP han mostrado su oposición a Ozal, a los que hay que sumar otros 4 que renunciaron a su militancia y, por supuesto, los de los dos grupos opositores representados en el Parlamento: el derechista Partido de la Recta Vía (PRV), de Suleimán Demirel, y el Partido Populista Socialdemócrata (PPSD), de Erdal Inonu. Ambos continúan agitando la espada de Damocles de retirarse definitivamente de la Cámara si, como todo indica, es elegido jefe de Estado el actual primer ministro, cuya legitimidad cuestionan tras la espectacular derrota de su partido en las municipales del pasado mes de marzo, en las que sólo obtuvo el 21% de los votos. En esa eventualidad, se celebrarían elecciones parciales para cubrir las vacantes.El PPSD puso como condición para retirarse del Parlamento que Bulent Ecevit, líder del también socialdemócrata Partido de Izquierda Democrática (PID), aceptase no participar en esos comicios, pero el ex primer ministro ha devuelto la pelota al afirmar que tomará su decisión una vez que el PPSD tome la suya.

Para Ecevit, la razón principal de la crisis política actual es la ley electoral, aceptada no sólo por el PMP sino también por el PPSD, que quería eliminar de la escena política al viejo líder socialdemócrata. A causa de esta normativa, el PMP pudo obtener el 65% de los escaños con sólo del 36% de los votos, y Ecevit se quedó fuera de la Cámara al no superar la barrera del 10% (se quedó en el 9%).

La crisis obliga a plantearse esta pregunta: ¿Por qué se repite cada 10 años? ¿Por qué este carácter cíclico que, con la misma periodicidad, provoca golpes militares? La respuesta principal podría ser la falta de madurez de los políticos turcos.

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