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Tribuna:FRACASO EN PEKIN
Tribuna
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China, la crisis de la reforma

La matanza de la plaza de Tiananmen de Pekín parece ser un punto de inflexión sobre el futuro de la reforma política, y también económica, de China. El autor del artículo explica que después del trágico suceso las autoridades chinas han iniciado una reforma de la reforma para corregir aquello que se les escapó de las manos.

Bajo el síndrome de la crisis de Tiananmen y con una situación económica deteriorada y que previsiblemente se agravará a consecuencia de los efectos internacionales de los sucesos de esta pasada primavera, la República Popular China celebró el 1 de octubre su 40º aniversario en un ambiente poco festivo y de rectificación de la política de reforma.Las autoridades chinas han lanzado efectivamente un amplio proceso de reforma de la reforma con el fin de corregir los efectos indeseados que la política de reforma y apertura al exterior ha provocado, y que en una importante medida son responsables del descontento popular que afloró en el movimiento de la primavera de Pekín. Fuera de cuestión está el mantenimiento de la política de apertura al exterior. En los últimos 10 años, las importaciones de maquinaria y tecnología, las inversiones extranjeras, el turismo, el desarrollo de un apreciable volumen de deuda exterior -que es preciso pagar-, han creado vínculos técnicos con el exterior que no podrían romperse sin consecuencias muy graves para el crecimiento de la economía china. Por otro lado,los actuales dirigentes chinos, que han sido presentados con frecuencia en los medios de comunicación como pertenecientes al sector más duro y conservador del partido, han estado y están asociados con las políticas de reforma y apertura al exterior; lo anterior se aplica tanto en relación con Deng Xiaoping, que fue el impulsor de la política de reforma hace 10 afflos, como al nuevo secretario del partido, Jiang Zemin, o al nuevo miembro del comité permanente Li Ruihan, que, como alcalde de Tianjin, se convirtió en una destacada figura claramente asociada con la modernización y la apertura. Muchos colaboradores de Zhao Zhiyang, por otra parte, siguen ocu pando puestos de responsabi lidad.Los 'efectos indeseados'La reforma que China inició hace 10 años -y que se instrumentó en torno a dos grandes líneas de actuación: la apertura exterior y la modificación de los mecanis mos de funcionamiento del sistema económico- carecía de un modelo teórico o práctico que se guir. La reforma fue ambiciosa y radical. En un cortísimo plazo de tiempo, por ejemplo, el sistema de comunas en la agricultura fue sustituido por un sistema que enla práctica es muy similar al de propiedad privada (con un efecto inmediato sobre la producción agraria, que creció a una media del 8% entre 1979 y 1984). Sin embargo, la reforma creó también una serie de efectos indeseados que quizá fue dificil anticipar Entre estos efectos indeseados, tres deben ser destacados de manera especial. En primer lugar, los desequilibrios en la distribución de la renta. Los beneficios del fuerte crecimiento económico que la nueva orientación produjo favorecieron más a los trabajadores del sector agrícola o a los de las empresasjoint venture, por ejemplo, que a los traba adores j

de la industria estatal o a los funcionanos. Desde un punto de vista regional, las zonas del interior se sintieron discriminadas frente a las zonas costeras, en las que la reforma y la apertura al exterior tuvieron una especial intensidad.

En segundo lugar, la inflación, prácticamente desconocida en la era maoísta, pasó a convertirse en uno de los problemas económicos más importantes, origen también de un profundo descontento.

En tercer lugar, la corrupción, el nepotismo, los privilegios, que fueron ampliamente denunciados en la pasadaprimavera de Pekín, se dispararon al calor de la nueva política, en la que la obsesión por el crecimiento, por el enriquecimiento, por la obtención de divisas, se convirtió en el tema dominante.

El desempleo, el resurgimiento de costumbres antiguas, como la prostitución, lo que podría denominarse el efecto expectativas -provocado por el contraste entre la realidad que el pueblo chino desc ibrió a través de los contactos con el exterior y la realidad nacional, marcada por un atraso que no podría recuperarse más que a través de un prolongado esfuerzo-, fueron otros de los efectos indeseados que trajo consigo la reforma.Principios cardinales

Poco después del 4 de junio, las autoridades chinas lanzaron una intensa campaña de propaganda política. El tema central de la misma es la reafirmación de los denominados cuatro principios cardinales: liderazgo del partido comunista, vía socialista, dictadura democrática del pueblo y marxismo-leninismo pensamiento Mao Zedong. En resumidas cuentas, la presente campaña de ideologización pretende reafirmar algo sobre lo que nunca tuvieron dudas los dirigentes chinos, y de forma especial Deng Xiaoping: que la reforma económica no iba a suponer en absoluto reformas políticas, y mucho menos de tipo occidental. Los dirigentes chinos lanzaron al país por el camino de la modernización económica, de la apertura exterior, de desarrollo del marco legal, pero nunca se plantearon reformas sustanciales del sistema político. Una distinción entre conservadores y liberales o reformistas, que con tanta profusión han utilizado los medios de comunicación, debe hacerse fundamentalmente en función de los criterios sobre la velocidad y el radicalismo de las reformas económicas, y si se quiere sociales, de China, pero en muy poca medida en función de diferencias sobre el sistema político.

El nuevo proceso de rectificación afecta a los principales efectos indeseados. Se ha lanzado una gran campaña, bien publicitada y con castigos ejemplares, contra la corrupción. Han empezado a tomarse medidas para restringir y controlar los contactos con el exterior: desde el envío de estudiantes al extranjero hasta la importación de productos culturales, como libros, series de televisión, etcétera.

Una incógnita importante del proceso de rectificación es qué ocurrirá con algunos temas clave de la reforma que se estaban discutiendo en la época más reciente, como, por ejemplo, la reforma de los precios o del sistema de propiedad de las empresas, sobre las que se habían realizado propuestas que en ocasiones eran muy audaces.

La crisis económica

El margen de maniobra de las autoridades va a verse además limitado por el deterioro de la situación económica. Ya en el, verano de 1988 se había lanzado una política de freno del crecimiento económico con el fin de corregir los desequilibrios, especialmente en los precios y en la balanza comercial. En 1988, el crecimiento del producto nacional bruto siguió siendo alto (el 11,2%). A lo largo de 1989 se han mantenido las tensiones inflacionistas y ha vuelto a crecer el déficit comercial.

Además, a medio plazo, la economía china va a sufrir los efectos negativos que previsi.blemente los pasados sucesos provocarán a nivel internacional. La violencia del pasado 4 de junio ha afectado seriamente la imagen de estabilidad a largo plazo de la economía china, que constituía uno de sus principales activos exteriores. Ello repercutirá sobre las inversiones extranjeras, sobre la oferta financiera de que gozaba China (que era muy generosa por parte de los bancos internacionales, que estaban además en muchos casos dispuestos a prestar sin cobertura de seguro de crédito), sobre el poder negociador de las empresas chinas (acostumbradas a negociar desde una posición de gran fuerza, dado el atractivo que tenía el mercado chino).

Otra amenaza importante que ha pesado sobre la economía china ha sido la de las sanciones del mundo occidental. Sin embargo, parece estar imponiendose la prudencia, basada en la idea, de que si bien las protestas y la presión internacional pueden favorecer una actitud moderada. en las autoridades chinas, una política de sanciones concretas y duras podría tener efectos contraproducentes, favoreciendo a los sectores más conservadores que defienden el aislamiento exterior, perjudicando por tanto a los sectores reformistas y liberales.

Enrique Fanjul es economista y ha desempeñado el cargo de consejero comercial de la Embajada de España en Pekín hasta el nasado mes de agosto.

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