13 de los heridos en la explosion padecen secuelas graves

El atentado terrorista cometido en los almacenes Hipercor de Barcelona el 19 de junio de 1987 provocó la muerte a 21 personas y dejó a otras 29 con heridas graves. Muchos de los afectados no sólo arrastran secuelas físicas, sino también psíquicas, como claustrofobia y complejos fisicos provocados por las múltiples cicatrices.Muchos matrimonios han tenido problemas conyugales. Es el caso de Álvaro Cabrerizo. En el atentado murieron su esposa, Carmen Mármol, y sus dos hijas Susana y Sonia. Desde entonces vive atormentado por los recuerdos y no ha podido rehacer su vida. Trece de los heridos sufren, aún hoy, graves secuelas.

Jordi Comas Cánovas, de 34 años, padeció quemaduras de segundo y tercer grado en el 90% de su cuerpo. Le quedaron cicatrices hipertróficas en toda la cara, incluidas las orejas, con pérdida de una tercera parte de ambas cejas. Tiene diversas cicatrices en ambos brazos y piernas, así como en la parte delantera del tronco, que precisan corrección quirúrgica.

Gloria Ortega Pérez, de 60 años, sufrió quemaduras de segundo grado profundo y de tercer grado en el 64% de su cuerpo. Le quedaron cicatrices hipertróficas en la práctica totalidad de la cara, en la parte delantera y posterior del tronco y en ambos brazos y piernas. Un informe médico señala que precisa correcciones quirúrgicas, especialmente en la cara.

Adelina Somoza Rodríguez, de 47 años, tuvo quemaduras en el 44% de su cuerpo. Tiene el brazo izquierdo inútil, no puede doblarlo ni extenderlo y la pierna izquierda más delgada que la derecha. Está pendiente de un injerto en la muñeca derecha y en la mano izquierda.

Concepción Aguilar Juvé, de 33 años, tenía antecedentes depresivos. Su estado psíquico se ha agravado considerablemente desde el atentado. Sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 60% de su cuerpo. Le quedan varias cicatrices en la cara y deformidad importante de la oreja derecha. Precisa correcciones quirúrgicas en la cara y el brazo izquierdo, y sufre parálisis del brazo derecho.Beatriz Omandan Balacy, ciudadana filipina de 40 años, ingresó con quemaduras en el 43%. de su cuerpo. Le quedaron cicatrices acrómicas e hipertróficas en la cara, el tronco, ambos brazos y la pierna izquierda. Sufre asimismo rigidez en las articulaciones de la mano derecha, que precisa corrección quirúrgica. Aún se aterroriza cuando escucha un ruido y padece insomnio.

José Manuel Alfonso García, de 35 años, sufrió quemaduras en el 50%, de su cuerpo. Le quedaron cicatrices importantes en ambos miembros superiores y sus manos precisan reconstrucción quirúrgica.

Agustina Cabaníllas Suárez, de 62 años, padeció quemaduras en el 63%. de su cuerpo. Tiene cicatrices hipertróficas e irreversibles en la cara y defornÚdad de la oreja izquierda; rigidez en las articulaciones de las manos, cuyos dedos no puede separar; cicatrices en laspiernas y en la parte delantera y posterior del tronco.

Javier Palmero Colina, de 28 años, sufrió quemaduras en el 4051. de su cuerpo. Tiene cicatrices acrómicas e hipertróficas en toda la cara, en el tronco y en los dos brazos. Precisa reconstrucción de manos y nariz.

María del Mar Frías Díaz, de 28 años, ingresó con quemaduras en el 25% de su cuerpo. Le quedan como secuelas cicatrices hipertróficas en la cara, la espalda y en ambas manos. Tiene dificultades para articular los dedos.

Roberto Manrique Ripoll, de 26 años, sufrió quemaduras en el 12%. de su cuerpo. Tiene cicatrices hipertróficas en los dos brazos y en la pierna derecha. Manrique, carnicero de Hipercor, ha superado con mucha fortaleza el trauma y se ha incoporado de nuevo a su trabajo.

Elena Navarro Cabrera sufre un estrés postraumático persistente como consecuencia de las quemaduras sufridas, de las que curó en pocos días.

Alberto Farrús Ramell, de 38 años, sufrió quemaduras en el 23% de su cuerpo. Tiene importantes cicatrices en los brazos.

María del Carmen Candalijas Cabanillas, de 27 años, sufrió quemaduras en el 19% de su cuerpo. Padece hipercromía en la cara, el tronco, los brazos y las piernas.