Los socialdemócratas austriacos defienden a su líder

La condena de la victimización del canciller (jefe de Gobierno) austriaco, Franz Vranitzky, ha sido la estrategia defensiva de él y de su partido, el socialdemócrata, después de que el jefe de Gobierno fuera acusado de recibir indemnizaciones millonarias de un banco donde trabajaba antes de asumir puestos gubernamentales y de haber pactado con su ex empresa, el Landerbank, una generosa pensión mensual -en caso de dejar el Gobierno- de dos millones de pesetas, una suma más generosa de lo que la ley laboral estipula.

Al canciller le fueron cancelados también casi 400 millones de pesetas de indemnización a pesar de que sólo estuvo tres años en el cargo de director de esa entidad bancaria, de donde salió por voluntad propia. Esa cantidad es mayor aún que la que recibiría un funcionario de igual rango trabajando 25 años en la institución.Vranitzky, de 52 años, podría recibir inmediatamente la jubilación mensual del Landerbank si renuncia mañana a su cargo de canciller, teniendo en cuenta que las pensiones normales se obtienen sólo a partir de los 60 años.

Las críticas a Vranitzky provienen mayoritariamente del joven político Görh Haider, jefe del Partido Liberal (populista de derechas) y gobernador de la provincia de Carintia, quien declaró ayer que es "el comienzo del fin del partido socialdemócrata", porque los socialistas "se han mantenido alrededor del culto de la persona de Vranitzky". Haider ha sido el único y gran ganador de esta ola de escándalos que se arrastra desde hace años y ha implicado a políticos de los dos grandes partidos austríacos, la socialdemocracia y los conservadores. Su popularidad sigue en ascenso, mientras argumenta en contra de la corrupción y se presenta al público como un joven deportivo, bien vestido y lleno de ímpetus que no tienen nada que ver con "los viejos políticos".

Las irregularidades de este demagogo son de otra índole. Haider mantiene contra viento y marea a nostálgicos del partido nazi en las direcciones regionales del Partido Liberal. Además, el político millonario recibió en herencia de un tío una gigantesca propiedad agrícola forestal que fue comprada a un judío, quien fue obligado a venderla a un ario por un precio absurdo en los tiempos del III Reich.

El Partido Popular (conservador), en coalición gubernamental con los socialdemócratas (SPO), se ha mantenido cauteloso por temor a provocar aún más discusiones alrededor de sus escándalos internos, que ahora afectan al vicecanciller de la República, Josef Riegler. Riegler recibió también una indemnización del Parlamento al retirarse para ocupar un cargo en el Gobierno provincial de Stiria.

El jefe de los diputados socialdemócratas en el Parlamento, Heinz Fisher, defendió ayer enérgicamente a su superior, Vranitzky, en un programa televisivo. Defendió, no sólo la figura del canciller, sino la de todos los políticos con funciones gubernamentales, al afirmar que cuando el jefe de Gobierno "entró en el mundo de la política, su ingreso económico disminuyó masivamente". Afirmó también que los dos millones de pesetas mensuales que recibirá el canciller al retirarse del Gobierno, y pagadas por el Landerbank, son "legalmente justificables".