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PREMIOS PRÍNCIPE DE ASTURIAS

Felipe de Borbón destaca la "solidaridad creativa"

El científico Stephen Hawking hizo un llamamiento a favor del desarme nuclear

El científico británico Stephen Hawking hizo ayer un llamamiento a favor del desarme nuclear en el acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, celebrado en Oviedo bajo la presidencia del heredero de la Corona, don Felipe de Borbón. Plácido Arango, presidente de la Fundación Principado de Asturias, dio la enhorabuena a los galardonados en esta novena edición en nombre de la entidad convocante. En su discurso, don Felipe de Borbón destacó que con la entrega de estos galardones Asturias se convierte en "la sede del mundo de la cultura en su mejor expresión: la de la solidaridad creativa"

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Un universo propio

Stephen Hawking, premio Príncipe de Asturias de la Concordia, cargó de emotividad un acto de por sí solemne, y fue correspondido con una prolongada ovación por el numeroso público que congregaba el teatro Campoamor de la capital asturiana. Desde su silla de ruedas, aquejado de una enfermedad degenerativa incurable que le incapacita también para hablar, el prestigioso físico británico, autor de valiosas aportaciones para el conocimiento del origen y destino del universo, pronunció su discurso valiéndose de un sintetizador que maneja con lentitud y que le acompaña, inseparablemente, a todas partes.Con él recibieron sus respectivos galardones el golfista Severiano Ballesteros (premio de los Deportes), el crítico literario Ricardo Gullón (Letras), la editorial mexicana Fondo de Cultura Económica, representada por su director general, Enrique González Pedrero, y el humanista Pedro Laín Entralgo, que comparten el premio de Comunicación y Humanidades; el astrofísico mexicano Guido Munch (Investigación Científica y Técnica) y el economista Enrique Fuentes Quintana (Ciencias Sociales). Ana María Niemeyer recogió el premio de las Artes, concedido a su padre, el arquitecto brasileño Óscar Niemeyer, y el dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, y el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, premiados conjuntamente con el Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, delegaron, respectivamente, en el embajador soviético en España, Serguei Romanovski, y en el secretario general de la Comisión Europea David Williamson. Los premios Príncipe de Asturias están dotados con dos millones de pesetas y la reproducción de una escultura de Joan Miró.

En su discurso, don Felipe de Borbón destacó que, con la entrega de estos galardones, Asturias se convierte en "la sede del mundo de la cultura en su mejor expresión: la de la solidaridad creativa". Y recalcó la "voluntad de futuro" y "la energía moral e intelectual" que entraña tanto estos galardones como el ejemplo de quienes lo reciben. El acto de entrega es, según el heredero de la Corona, "el reconocimiento popular a quienes, como los premiados, trabajáis por el progreso, la paz y la libertad".

La paz y los necesarios condicionamientos éticos y morales del progreso fue precisamente el eje central tanto de la intervención de Hawking, cuyo texto íntegro se reproduce en la página siguiente, como de la del crítico Ricardo Gullón.

Enseñanza

El científico británico, al que el director de Radio Nacional de España en Asturias, Carlos Rodríguez, tradujo al español, pidió a la sociedad una mayor concienciación sobre los peligros inherentes al armamento nuclear y que a la vez "presione a todos los Gobiernos para conseguir acuerdos de reducción" armamentística. El físico teórico, autor de Historia del tiempo, entre otros libros de divulgación, considera necesaria una enseñanza menos árida y más atractiva de los conocimientos científicos. En su opinión, se desconfía de la ciencia porque no se entiende, y eso impide que los ciudadanos puedan tomar decisiones que contribuyan a encaminar el progreso en "la dirección correcta" y "no depender únicamente de los expertos".

El crítico literario Ricardo Gullón, que habló en nombre de los premiados, reiteró "las llamadas de alerta ante los signos y señales de la deshumanización" y pidió que si ya "Einstein y Oppenheimer mostraron sus recelos ante la utilización mortal de los descubrimientos de la física", "análoga reserva habrá de mantenerse en otros sectores", como la genética. A su juicio, ni es posible el arte por el arte ni la ciencia por la ciencia, sino el arte y la ciencia por el hombre. Mostró también, como profesor y crítico literario, su preocupación por el "espectáculo de la desintegración de la universidad" y la disminución por el interés por la literatura. El embajador de la Unión Soviética en España, Serguei Romanovski, agradeció el galardón en nombre del dirigente soviético Mijaíl Gorbachov, de quien recordó su firme voluntad de "dar vida a la idea de una Europa unida desde el Atlántico hasta los Urales" y proponer "un nuevo modelo de colaboración y convivencia internacional desmilitarizada, desideologizada y democrática".

El presidente de la fundación Principado de Asturias, Plácido Arango, felicitó públicamente a los galardonados e hizo referencia a los "progresos" de la entidad cuya presidencia ostenta.

Don Felipe de Borbón tuvo también un recuerdo para Alberto Sols, premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, y para el empresario asturiano Ramón Areces, recientemente fallecidos, así como de felicitación para el escritor y premio Príncipe de Asturias de las Letras Camilo José Cela, galardonado con el premio Nobel de Literatura.

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