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La retirada del Reino Unido, Francia e Italia pone en peligro la 'fragata de los 90', que dirige España

Miguel González

La retirada del Reino Unido, Francia, e Italia del programa NFR o fragata de los 90 ha puesto en peligro la continuidad de este proyecto, en el que participaban ocho países de la OTAN, bajo la dirección de representantes españoles. El lunes se reunirán en Hamburgo (RFA) responsables de los cinco países que continúan en el programa (Estados Unidos, Canadá, República Federal de Alemania, Holanda y España) para decidir sobre el reparto del 37,5% de participación que ha quedado vacante tras los recientes abandonos.

El Reino Unido fue el primero que, a principios de este mes, comunicó a sus socios que abandonaba el NFR o Fragata de los 90, uno de los principales programas de cooperación en materia de armamento de la OTAN. Pocos días después le siguieron Francia e Italia. Las discrepancias en torno a los requisitos que debe cumplir el futuro buque, que ya provocaron un retraso de tres meses en la firma de la actual fase de definición por parte de París y Londres, así como los recortes presupuestarios que la mayoría de los países están realizando en sus gastos de Defensa, son los motivos de estos abandonos, según expertos españoles.El Gobierno de Madrid está dispuesto a seguir adelante con el proyecto, en el que nuestro país tiene particular protagonismo, como demuestra el hecho de que su máximo responsable sea el contraalmirante español José Ángel Cerrolaza y de que el consorcio internacional de empresas esté dirigido por el ejecutivo de Bazán Joaquín Coello.

Cita en Hamburgo

El lunes se reunirán en Hamburgo (RFA), sede de la oficina intergubernamental de gestión (PMM) y del consorcio de empresas (ISS), responsables de los cinco países que continúan en el programa, para decidir qué se hace con el 37,5% de participación que tenían los tres socios que han abandonado. La principal preocupación es la de rebajar el presupuesto, cifrado inicialmente en unos 15.000 millones de dólares, ya que ningún país está dispuesto a incrementar su aportación y todo aumento podría provocar nuevas fugas.La Armada española tenía previsto adquirir cinco NFR-90 que, a partir de 1997, sustituirían a las viejas fragatas de la clase Baleares. El coste total de los buques, dotados con helicópteros, ascedería a 300.000 millones de pesetas, a los que habría que sumar los 13.500 millones que debe aportar España a la fase de investigación y desarrollo del programa. Desde 1984 hasta hoy, nuestro país ha invertido más de 5.000 millones de pesetas en proyectos relacionados con la Fragata de los 90, según el estudio sobre investigación militar en España realizado por Vicenç Fisas, en base a datos oficiales.

La retirada de los tres países europeos obligará a una profunda revisión del proyecto y supondrá un retraso de, según los más optimistas, un año en su culminación. Ya antes de que el Reino Unido iniciara las fugas, el Ministerio de Defensa español tenía previsto encargar a Bazán dos nuevas fragatas de la serie FFG (ver EL PAÍS del 9 de septiembre), por un valor total de 60.000 millones de pesetas, a la vista de que el proyecto NFR no parecía capaz de cumplir sus plazos.

Una de las incógnitas que deberán resolver los países que sigan adelante con la Fragata de los 90 es el futuro de los proyectos misilísticos asociados a la misma y que son al menos tan importantes como ella. Aunque se trata de programas independientes, parece difícil que pueda prosperar el proyecto de sistemas antiaéreos FAMS (en el que participan el Reino Unido, Francia, Italia y España), después de que tres de sus cuatro socios se hayan retirado del NFR. En el consorcio competídor, el NAAWS, la hegemonía la tiene EE UU, aunque también participa España y uno de los países que han abandonado: el Reino Unido.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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