_
_
_
_
_

Campofrío-URSS comenzará a producir embutidos a principios del próximo año

Pilar Bonet

La empresa mixta hispano-soviética Campofrío de la URSS se presentó ayer en público en Moscú, donde comenzará a producir embutidos a principios del año que viene con destino al mercado soviético, tanto en rublos como en divisas.El socio soviético de Campofrio es una empresa cárnica pertenecíente al complejo agroindustrial soviético, es decir al sector estatal. Esta empresa -Asociación Productiva Moscovita de Industria Cárnica- aporta una fábrica que supone un capital de 2,5 millones de rublos (un dólar es igual a 0,63 rublos). La empresa española aporta unos tres millones de dólares en tecnología y know how, según manifestó el subdirector general de Campofrío, Miguel Angel Diaz Yubero.

Técnicos españoles vigilarán la producción, que será de 15 a 16 toneladas de embutido diarias. De esta cantidad, unas 10 toneladas se comercializarán en la red moscovita en rublos y de cinco a seis toneladas pasarán a la red en divisas, que hoy está formada por los restaurantes y tiendas en moneda convertible a los que tienen acceso los extranjeros residentes en la URSS.

Si la reforma económica prospera, las empresas soviéticas tal vez puedan ofrecer a sus obreros la posibilidad de comprar en divisas mercancías de primera necesidad, que hoy no ofrece el mercado sovético, donde los productos básicos a precios fuertemente subvencionados, como la carne y los embutidos, son escasos o de mala calidad.

Las normas soviéticas para la actividad de las empresas mixtas establecen que el 60% del capital debe ser soviético y el resto del socio extranjero. En noviembre se firmará definitivamente la constitución de Campofrío de la URSS, que se sumará así a la lista de media docena de empresas mixtas hispanosoviéticas que existen formalmente.

Muchos de los intentos realizados han fracasado, incluidos algunos de los primeros y aireados proyectos, en parte por las expectativas irrealistas de los socios extranjeros y en parte por la incapacidad de los soviéticos de cumplir las exigencias de un mercado internacional.

Uno de los problemas es la exportación de beneficios. Tal problema se ha agravado para aquellas empresas mixtas cuya producción estaba prevista exclusivamente para un mercado en rublos, ya que las compañías soviéticas tratan de vender ahora directamente sus productos al extranjero y no a intermediarios. Este problema afecta por lo visto a la empresa Telefónica de los Urales, según afirmaron fuentes comerciales españolas, una empresa mixta hispano-soviética en la que participan la Compañía Telefónica y Amper.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_