El Papa defiende en Indonesia la libertad religiosa, ante el auge del islamismo

La progresiva evolución del Estado indonesio hacia la islamización y la situación de la libertad religiosa son motivos de preocupación sobre los que ayer Juan Pablo II llamó la atención en su segundo día de estancia en Yakarta, capital de este país del sureste asiático. El Papa defendió "la libertad de cada ciudadano a profesar la religión de su elección y de gozar de libertad de credo", ante el auge del islamismo.

El Pontífice no profundizó en el tema, pero los no musulmanes de esta nación, que representan sólo al 15% de los 170 millones de habitantes, están preocupados por un proyecto de ley presentado por el propio partido en el poder, Golkar. De prosperar esta iniciativa legislativa, el Islam llegará a ser una asignatura obligatoria en la enseñanza -incluso en las escuelas cristianas- y se permitirá la creación de tribunales islámicos, que suponen el reconocimiento civil de las leyes contenidas en el Corán. El proyecto, en concreto, prevé la existencia de 300 tribunales de estas características con competencias en casos de matrimonios, herencias, testamentos y donaciones.El Papa hizo una referencia implícita a estos temas en el encuentro que mantuvo con los líderes de las confesiones que existen en el mayor país musulmán del mundo: el Islam, el cristianismo -católicos y protestantes-, el hinduísmo y el budismo. "El Estado debe poder garantizar y promover la observancia de la libertad religiosa, particularmente cuando, además de una gran mayoría que sigue una religión, existan uno o más grupos minoritarios de otra fe", dijo el Papa, quien calificó la libertad religiosa de "derecho humano'.

El Pontífice hizo de esta manera un llamamiento no directo a que se respete el espíritu de la Constitución de este país donde la Iglesia católica educa, a través de sus centros de enseñanza, a buena parte de la clase dirigente. El Gobierno de Yakarta, según coinciden en señalar diversas fuentes, está preocupado por el crecimiento del fundamentalismo islámico y, por tanto, dispuesto a hacer algunas concesiones a los musulmanes. De esta manera pretende evitar que se conviertan en una amenaza para el régimen del general Suharto. Varios procesos contra musulmanes fundamentalistas se han instruído en los últimos años.

Sin embargo, la progresiva islamización no preocupa de manera abierta a la Iglesia católica, según manifestó ayer el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls. El portavoz añadió que de avanzar la islamización se entraría en contradicción abierta con los principios constitucionales y la propia pancasila -filosofía oficial-, que reconoce el derecho a la existencia de cuatro grandes religiones. Aunque los católicos representan sólo el 3%. de la población, algunos de ellos ocupan importantes cargos.

Ayer, en medio de fuertes medidas de seguridad, el Papa viajó a celebrar una misa en Yogyakarta, al sur de la capital y donde se encuentra el célebre complejo budista de Borobudur.