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EL ESTE CAMBIA

La marcha de las antorchas

Más de 100.000 jóvenes alemanes orientales uniformados celebran el 40º aniversario de la RDA

La escenografía del acto de afirmación, organizado el viernes por la noche por las FDJ para desmentir ante los ojos del mundo a quienes aseguran que el régimen está en derribo, conforme avanzaba la noche iba adquiriendo dimensiones cada vez más hipnotizantes. Al final, con la gran explanada llena de antorchas y una solitaria trompeta tocando a oración, uno podía ver cómo los ojos de aquellos jóvenes dejaban escapar escondidas lágrimas de emoción.Nadie en aquellas circunstancias podía seriamente pensar que este país se está desangrando de sus mejores elementos. En lo que va de año se han escapado a la otra Alemania, a la tierra del "revanchismo, del imperialismo, del chovinismo, del neofascismo", más de 150.000 personas por medios legales e ¡legales. Sobre todo jóvenes. Familias con dos y tres hijos que buscan un futuro diferente al que les ofrece el socialismo científico de Honecker. [El Gobierno de la RDA alzó ayer nuevas barricadas de metal y hormigón en el Checkpoint Charhe -el paso obligado para cruzar el muro de Berlín-, aparentemente en un intento de impedir las protestas populares durante las celebraciones del 402 aniversario de la creación de la RDA, infoma Reuter.]

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Reuniones en las 'catacumbas'

Las manifestaciones de grupos de la oposición se multiplican y se gritan consignas como "Queremos una tierra abierta con gentes libres" o se pide simplemente libertad para viajar, un bien escaso.Es una oposición dispersa, que acaba de abandonar las faldas protectoras de las iglesias, pero que se compone básicamente de gentes que representan tan sólo una parte determinada de la sociedad, en el fondo privilegiados. Son intelectuales, artistas, científicos, estudiantes universitarios y algunos miembros jóvenes del Partido Socialista Unificado (SED) que carecen de un programa y reflejan la indecisión de quienes viven con una esquizofrenia diaria.

Durante el día son ciudadanos del Estado científico socialis ta, pero cuando vuelven a sus ca sas, después del trabajo, se pa san a Occidente. Encienden la te levisión y conectan con los canales de la RFA. Siguen las andanzas de los protagonistas de los culebrones como Dallas o Dinastía, escuchan atentamente los telediarios, no se pierden ninguno de los programas de discusión política. Su pureza socialista es violada cada noche.

Enemigos del Estado

"Me considero marxista", declaraba Elke Günter, una de las primeras militantes del grupo Nuevo Foro. Añadía que su organización no pretende situarse al margen de la legalidad. El régimen reaccionó primero airadamente contra la solicitud de inscripción en el registro de sociedades que los dirigentes opositores presentaron. "Enemigos del Estado", "Caballo de Troya", clamaron los medios oficiales. La solicitud fue rechazada.

Como si fuera un mal chiste, las autoridades indicaron que ya existían numerosas asociaciones legales en el país, una lista que incluía a los aficionados a la filatelia, criadores de harristers, coleccionistas de mariposas, amantes de los pájaros.

Ahora, amparándose en la legalidad los dirigentes de Nuevo Foro han acudido a los tribunales y apelado contra la negativa a legalizar su grupo. Abogados y algunos políticos están trabajando en ello. Mientras tanto han adoptado una estrategia en dos direcciones. Por un lado, moderar sus pretensiones, acatar en lo posible la ley, desmarcarse de situaciones abiertamente agresivas contra el régimen. Por otro, han decidido realizar su actividad política sin esconderse lo más mínimo.

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