El 'ultra' Emilio Hellín alega ante el juez persecución "política" para evitar ser devuelto a España

El ultraderechista Emilio Hellín Moro, condenado a 43 años por el asesinato de Yolanda González y pendiente de extradición desde Paraguay, ha alegado ante el juez que es perseguido por "motivos políticos" para evitar su entrega a España, según informó su abogado en Asunción, Gustavo Arietti. Hellín ha argumentado también que fue condenado por un "tribunal de excepción" -la Audiencia Nacional-, motivo que ha prosperado en varios casos para evitar la extradición en Paraguay. El fiscal del Estado prepara actualmente su informe sobre el caso.

Portavoces oficiales del Ministerio del Interior español reconocieron ayer que debió de existir algún fallo en los servicios de información de la Embajada de Asunción para no localizar al huido cuando toda su familia se encontraba registrada en la sede diplomática española desde su llegada a Paraguay. Interior argumentó que sus servicios no pueden operar fuera de España y ese trabajo corresponde a las embajadas, donde también suele haber destinados agentes del CESID.El juez que entiende el caso en Asunción, después de identificar al fugado, confirmó su detención, pero ha autorizado su reclusión en el Departamento de Investigaciones de la Policía "por razones de seguridad", lo que supone una absoluta irregularidad y un trato de favor del que solo gozan en Paraguay algunos policías y militares procesados por torturas y malos tratos.

En este centro policial, que se encuentra en el centro de Asunción y muy próximo al domicilio del ultra, Hellín recibe diariamente visitas de su familia que le llevan periódicos, libros y comida.

Los documentos sobre la extradición enviados por España están siendo estudiados actualmente por el fiscal general del Estado, quien próximamente deberá elevar su informe al juez para decidir sobre su entrega a España.

Emilio Hellín, detenido en Paraguay en agosto pasado, manifestó a este periódico a través de su abogado que las motivaciones políticas concentrarán su defensa para evitar ser entregado a España. Sostiene ser un perseguido político, reclama su estatuto de refugiado en Paraguay, y acusa al Gobierno español de dirigir su búsqueda cuando no ordena las entregas a Madrid de los terroristas de ETA que se encuentran en Centroamérica.

El ultraderechista se niega a comentar el asesinato de Yolanda González, y sólo responde que fue contestación al atentado efectuado ese mismo día por ETA y en el que murieron seis guardias civiles.

Contradicciones

Hellín sostiene que huyó de España aprovechando un permiso penitenciario, saliendo con toda su familia directamente a Paraguay. Sin embargo, esta afirmación se contradice con las declaraciones de su hijo, quien afirmó a este periódico que la familia se trasladó a Paraguay una vez que su padre se encontraba ya instalado en ese país.El asesino tampoco quiere identificar a los miembros de los servicios de información españoles que supuestamente le facilitaron documentos falsos para salir de España. "Son amigos a los que nunca podría vender ni defraudar", añade el "ultra".

Hellín asegura que se encontraba de viaje de trabajo cuando "tuve conocimiento por los medios de comunicación de la petición formal de España a Interpol de Paraguay solicitando mi detención con fines de extradición y resurgiendo en mí los fundados temores de persecución que ya en su día me obligaron a dejar mi país". Esas afirmaciones se contradicen también con las de sus allegados, quienes aseguran que el "ultra" huyó temporalmente de Paraguay al conocer que iba a ser reclamada su detención.

El ultraderechista se niega a comentar las oleadas terroristas de extrema derecha que abundaron durante la transición y que, sin duda, pretendían doblegar la consolidación del proceso democrático. Hellín sólo comenta en este sentido que "EL PAÍS es mi enemigo y publicó numerosas mentiras sobre mi caso que no están reflejadas en la sentencia condenatoria de la Audiencia Nacional".

Hellín afirma que algunos presos de extrema derecha también han recibido sentencias excesivamente duras como la suya. Sobre las fugas de presos españoles sólo comenta que conoce a Fernando Lerdo de Tejada, implicado en la matanza de Atocha, a quien asegura no haber visto en Paraguay, puesto que tiene noticias de que se encuentra residiendo desde hace años en Venezuela.