Siria aplaude el acuerdo interlibanés a favor de los musulmanes
Siria aplaudió ayer el acuerdo de los diputados libaneses para reequilibrar el poder político en favor de la comunidad musulmana. Sin embargo, se mantiene la incógnita sobre el asunto clave de la reunión de Taif, la salida de sus tropas de Líbano. Ese punto del documento de trabajo preparado por el triunvirato árabe (Arabia Saudí, Argelia y Marruecos) amenazaba con bloquear el diálogo, ante las posturas irreconciliables que suscita entre musulmanes, favorables a su permanencia, y cristianos, que exigen su partida inmediata.
Aunque las autoridades de Damasco no han efectuado declaraciones al respecto, el diario Téchrin (oficial) aseguraba ayer que la reunión de Taif ha atravesado el "umbral crítico". "Los diputados han logrado, lejos de las amenazas del terrorismo, hacer cristalizar una visión completa de las reformas deseadas". El motivo de este regocijo sirio hay que buscarlo en el consenso logrado la noche anterior por los 62 parlamentarios congregados en esa ciudad saudí para distribuir en partes iguales, entre cristianos y musulmanes, los escaños de la nueva Cámara. La actual, de 99 miembros, contaba con 55 cristianos y 44 musulmanes, aunque de los 73 que áun permanecen en funciones sólo 40 son cristianos y 33 musulmanes. Poco antes, los representantes libaneses habían convenido la reducción de las prerrogativas del jefe del Estado, un cristiano maroní por tradición, en favor de un poder colegiado del Consejo de Ministros.El paso adelante que, de llevarse a la práctica, suponen estas decisiones no alcanza la categoría de salto. Ambas reformas -desde hace años objeto de debate en la sociedad libanesa- se daban ya por inevitables. Para los sectores más críticos con el actual régimen, aún se quedan cortas. Así lo ha hecho saber el Frente Nacional, una coalición informal de todos los partidos prosirios, que insisten en la abolición del sistema confesional.
[Por otra parte, un aparato de la Aeroflot se convirtió ayer en el primer avión extranjero que aterriza en Beirut desde el inicio del alto el fuego, lo que fue interpretado como una muestra de que la URSS considera que la tregua es firme, informa Efe.]
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