Paco de Lucía: "Los años queman la ilusión"
El guitarrista actuará en Sevilla junto a Plácido Domingo y Julio Iglesias
Paco de Lucía parece superado por su actividad. Recientemente ha grabado la banda sonora de la película Montoyas y Tarantos. Hoy se encuentra inmerso en una extensa gira por Europa y el próximo día 12 de octubre actuará en Sevilla junto, a Plácido Domingo y Julio Iglesias. Renovador de la guitarra flamenca, admirado e imitado por los jóvenes, Paco de Lucía, tras suspender la grabación de su próximo disco, se encuentra en un momento difícil de su carrera. "Con los años se van quemando los estímulos, la ilusión, las ganas de seguir peleándote".
A sus 41 años, Paco de Lucía ha conseguido casi todos los sueños que imaginaba desde que, todavía un niño, fue contratado en 1960 como tercer guitarrista de la Compañía de Ballet Clásico Español. Hoy parece cansado y ha paralizado la grabación de su último disco, esperado por los aficionados tras dos años sin publicar ningún trabajo. "Empecé a grabar en febrero pasado, cuando regresé de Japón", afirma. "Hice medio disco pero estaba tan agobiado que me salió úlcera. Llevaba tres meses encerrado y me escapé. Me fui a pescar a México. Siempre voy a Cancún. He estado dos meses sin tocar y, nada más llegar a Madrid, me tengo que ir de gira. Y aquí estoy pillao, porque no me ha dado tiempo a ensayar y, como siempre, voy con el tiempo pegao al culo y asustao, porque los dos o tres primeros conciertos van a ser de vergüenza".
Gira europea
En esta ocasión, los escenarios españoles tampoco acogerán la música del guitarrista que, a excepción de la actuación del próximo día 12 en Sevilla junto a Plácido Domingo y Julio Iglesias, se centrará en Europa. "Me he acostumbrado a las giras", se justifica, "porque se toca muy cómodo. Estás bien de manos y tienes ese estado de ánimo necesario para tocar. Actuar en España significa dar un concierto después de estar dos meses sin tocar, y esto me desequilibra mucho. Nunca toco bien y la experiencia que tengo en España es que los conciertos son un desastre. Lo paso mal y yo no toco para pasarlo mal. Además, no quiero estar esclavizado por la guitarra porque ya he estado muchos años y he decidido que me gusta pescar, desconectarme uno o dos meses".En el mundo del flamenco, la leyenda persigue a Paco de Lucía. Dicen los entendidos que sus facultades innatas le permiten el privilegio de no necesitar la práctica diaria para mantener su elevado nivel de ejecución. "Aparentemente y para el que no tiene el oído muy fino", puntualiza. "La guitarra necesita trabajo y estar bien de manos. Lo que pasa es que uno se hace viejo, y no sólo para ponerse más feo sino para saber más. Uno tiene sus trucos para aparentar que no está tan mal, pero la procesión va por dentro. Yo no toco para la gente, toco para mí y si no estoy satisfecho, que hago ahí... No me voy a engañar a mi mismo".
"No tengo una edad para que se note el paso del tiempo", continúa. "Eso pasa a los 65 ó 70 años. Lo que se queman son los estímulos, la ilusión, las ganas de seguir peleándote. La guitarra me sigue gustando igual y sé que cuando hago un disco, los guitarristas jóvenes esperan escuchar algo nuevo. Esto es un estímulo y no el llenar un teatro o ser famoso. Pero llega una edad en que no tienes la energía para meterte10 horas en un estudio, como antes. Ahora estoy sentado tres horas y me duele la espalda".
Lo que esperan los jóvenes guitarristas de Paco de Lucía es la renovación constante, "ir ampliando el lenguaje", como él dice. "El flamenco", afirma, "siempre se ha dicho con cuatro palabras, pero yo quiero utilizar 40, manteniendo la esencia. Es un mundo infinito, tenso, histérico. Romper la guitarra en un momento dado. Y mi técnica siempre la he puesto al servicio de la expresión y la emoción. El flamenco tiene mil caminos y estamos en mantillas. Creo que nos encontramos en un trampolín hacia algo importante".
Babelia
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