_
_
_
_
_

El príncipe de Asturias entregó a Bush una carta personal del Rey

El Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón y Grecia, celebró ayer una "distendida entrevista" de 20 minutos en la Casa Blanca con el presidente George Bush, en la que el heredero de la Corona entregó una carta personal de su padre, el rey Juan Carlos. El contenido de la carta del Monarca no ha sido revelado, pero en Washington se especulaba con la posibilidad de que la misiva contuviera una invitación a Bush para visitar España en su próximo viaje a Europa. A preguntas de EL PAÍS, el príncipe Felipe se negó a confirmar o negar la posibilidad y se limitó a decir que "la carta era personal".

En declaraciones a los periódistas a la salida de la entrevista, calificada por la Casa Blanca como "privada", contrariamente a la calificación de "visita oficial" dada por Madrid, el heredero de la Corona describió su reunión con el presidente norteamericano como "muy positiva y distendida". Precisamente debido a la calificación de "visita privada", la Casa Blanca sólo permitió la presencia en el Salón Oval de los fotógrafos oficiales del Príncipe y del presidente, y no la del resto de los reporteros gráficos y cámaras de la comitiva.Preguntado sobre los temas abordados en la reunión, Felipe de Borbón explicó que habían conversado principalmente sobre los actos conmemorativos del V Centenario y que había encontrado "una buena voluntad de cooperación" en el primer mandatario norteamericano.

Precisamente antes de acudir a la Casa Blanca, el Príncipe asistió a un almuerzo ofrecido por el Departamento de Estado en la Blair House -la residencia del Gobierno para los huéspedes oficiales del presidente, situada en la avenida de Pennsylvania frente a la mansión presidencial, a la que asistieron entre otros los miembros de la Comisión del V Centenario de Estados Unidos, con su presidente, el cubano-norteamericano John Goudie, la subsecretaria de Estado, Avis Bohlen, y la hija de Bush, Dorothy Bush LeBlond que se sentó a la derecha del heredero de la Corona de España.

Un gesto "inesperado"

La visita de Felipe de Borbón a la Casa Blanca tuvo un momento simpático que no estaba previsto en el programa. El presidente Bush pidió a su esposa, Barbara que saliera del helicóptero que estaba esperando al matrimonio presidencial para trasladarlos a la residencia de fin de semana de Camp David y bajara a saludar al príncipe Felipe. Éste comentó a los periodistas: "Fue un gesto inesperado y muy simpático", dijo.El consenso general entre los miembros del séquito y periodistas que habían acompañado al Príncipe en su viaje de siete días a Canadá y Estados Unidos era que el heredero de la Corona había causado "una excelente impresión" en su visita a los Estados de Nuevo México y Tejas, de amplia tradición hispanas. En el curso del viaje, don Felipe se entrevistó con los dos gobernadores y los miembros destacados de las comunidades hispanas, además de contemplar las instalaciones del laboratorio de investigación nuclear y de biogenética de Los Álamos y el centro espacial de la NASA en Houston.

Anteriormente, el príncipe había asistido en Montreal a la clausura de la Conferencia Mundial de la Energía, que el próximo año celebrará su sesión plenaria en Madrid.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El embajador de España en Washington, Julián Santamaría, declaró a este periódico que los gobernadores de Nuevo México y Tejas, así como los líderes de las comunidades hispanas habían recordado al príncipe "con especial cariño el viaje realizado a esos mismos Estados por los Reyes de España".

El Príncipe, que regresa a Madrid la noche del sábado, tiene previsto asistir hoy sábado a una cena privada que le ofrecerá el secretario de Comercio de Estados Unidos, Robert Mosbacher, amigo personal de los Reyes de España.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_