Hacienda aplaza el envío del número de identificación fiscal, previsto para octubre

El envío a los contribuyentes de una tarjeta con su número de identificación fiscal (NIF), previsto para el próximo mes de octubre, se ha retrasado "sin fecha fija", según señalaron fuentes de Hacienda. El retraso en la puesta en marcha de esta emisión obedece, según declararon a Efe fuentes ministeriales, a "motivos de calendario" y a la "precipitación de una serie de acontecimientos que afectan al área de Hacienda".

Estos acontecimientos no tienen que ver con la convocatoria de elecciones generales para el próximo mes de octubre, según señalaron las mismas fuentes. El NIF estaba ya contemplado en los Presupuestos del Estado del pasado año y, en su momento, provocó una fuerte polémica sobre el excesivo control burocrático hacia los ciudadanos.

El problema, añaden las fuentes, es que en estos momentos se prepara la campaña del impuesto sobre la renta y el patrimonio, cuyo plazo para declarar es durante el próximo mes de noviembre, y se están elaborando los Impresos, por lo que la maquinaria fiscal "no da para más".

La regulación del NIF está contemplada en un proyecto de real decreto que ya pasó el trámite del Consejo de Estado por lo que estaba listo para su aprobación. Según Hacienda, el número de tarjetas que se pensaban enviar en octubre rondaban los 14 millones para otros tantos contribuyentes de renta.

Una letra de control

En las tarjetas, de color azul, figuraría el número del Documento Nacional de Identidad del contribuyente en caso de ser persona fíica, más una letra mayúscula de control. Para las personas jurídicas, es decir, las empresas y otro tipo de sociedades, también estaba contemplada la puesta en marcha de un número de identificación fiscal.Según el proyecto de real decreto que ahora se ha guardado en un cajón, el NIF sería necesario para realizar un buen número de operaciones con trascendencia tributaría.

Por ejemplo, en las nóminas, el NIF del trabajador debería figurar; también sería necesario para comprar y vender acciones en bolsa; para la adquisición de títulos públicos -excepto los pagarés del Tesoro-, y privados como pagarés de empresa; en las transacciones que afectan a bienes inmuebles; para abrir una cuenta corriente en una entidad financiera o para solicitar un crédito.

El objetivo del NIF consiste en realizar un mayor control fiscal sobre estas operaciones, de forma que, una vez cruzados los datos que sobre ellas obtiene Hacienda con los declarados por el contribuyente, sea posible detectar posibles fraudes.

Las fuentes de Hacienda no han señalado una fecha para que se ponga en marcha el NIF y, en todo caso, descartaron que fuera durante este año.