Pekín protesta ante París por la celebración de un congreso de disidentes chinos
La apertura, ayer en París, del primer congreso de la disidencia china desde la fundación de la República Popular, en 1949, ha creado una fuerte tensión en las relaciones diplomáticas entre China y Francia. Pekín ha acusado al Gobierno francés de acoger "a criminales", y el deterioro de las relaciones, tres meses después de la matanza de la plaza de Tiananmen, es tal que algunos diplomáticos en la capital china temen incluso la ruptura diplomática.El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino lanzó el jueves duras acusaciones a Francia por permitir la celebración de la cumbre de la disidencia. "Estamos firmemente en contra de que cualquier país que tenga relaciones diplomáticas con China permita a Yan Jiaqi y a otros criminales llevar a cabo en su territorio actividades subversivas que intentan derribar el Gobierno chino", dijo el portavoz.
China ha convocado ocho veces desde junio al embajador francés en Pekín, Charles Malo última el pasado martes, para protestar por el supuesto trato indelicado infligido por las autoriades francesas a representantes oficiales chinos en tránsito en los aeropuertos de París.
Yan Jiaqi citado expresamente por el portavoz del régimen de Pekín, es uno de los más relevantes disidentes reunidos desde ayer en París para constituir la Federación por la Democracia en China (FCCh). Antiguo director del Instituto de Estudios Políticos y ex consejero del depuesto secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh) Zhao Ziyang, Yan Jiaqi está acusado por las autoridades chinas de "haber provocado y organizado la rebelión contrarrevolucionaria de París".
La apertura del congreso, al que asisten centenar y medio de disidentes de todo el mundo, se inició con un minuto de silencio por las víctimas de la matanza de Tiananmen. Wuer Kaixi, uno de los líderes de la revuelta estudiantil, calificó la fecha de ayer de histórica y pidió la unión de la oposición "para acelerar el proceso democrático en China". Chen Yizhi, ex director del Instituto de la Reforma Económica y también antiguo colaborador de Zhao, presentó a los diversos invitados, entre ellos representantes del Parlamento Europeo, del sindicato polaco Solidaridad -que recibieron una gran ovación-, de los partidos socialistas francés, británico e italiano, de los verdes franceses, de la Asamblea por la República (RPR) y del Partido Republicano.
Las referencias a la primavera de Pekín y al inicio de la larga marcha hacia la democracia china" abundaron en intervenciones como la del actor y cantante Yves Montand, la del filósofo André Glucksman y la de un antiguo miembro de la Resistencia francesa.
El presidente de SOS Racismo, Harlem Désir, y el fotógrafo Henri Cartier Bresson se encontraban también en la sala. Un miembro del Kuomintang (el partido nacionalista de Taiwan) alentó a los presentes a "unirse contra el enemigo común".
La FDCh pretende establecer en China un régimen democrático, pluripartidista y federal, que respete la libertad política y económica. En sus filas figuran excolaboradores del régimen comunista, empresarios, estudiantes o antiguos opositores. Adernás de los citados, participan Liu Binyan, ex redactor jefe del Diario del Pueblo: Wan Runnan, el presidente de Stone, la principal empresa china de ordenadores, y el guionista Su Xiaokang, autor de la serie televisiva Elegía del río.
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