Una nueva propuesta de desarme de la OTAN desbloquea la negociación de Viena

La OTAN presentó ayer en Bruselas la segunda parte de su propuesta de reducción de armas convencionales en Europa, basada en los mecanismos de información, verificación, estabilidad de fuerzas y no violación del espíritu del acuerdo, que deben garantizar el funcionamiento del pacto que se alcance con el Este. El levantamiento de la reserva griega permite desbloquear unas negociaciones que debían haber comenzado el pasado día 7.

El anuncio de las nuevas propuestas se adelanta por unas horas a la visita del ministro de Asuntos Exteriores soviético Edvard Shevardnadze, a Esta dos Unidos y a la contraoferta que se espera de la URSS."Esta segunda parte de la propuesta nos permite recuperar la iniciativa en las negociaciones sobre armas convencionales en Europa (CFE)", manifestó ayer un alto funcionario de la OTAN. La. propuesta del presidente norteamericano George Bush, asumida por la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica el pasado 30 de mayo, había quedado en entredicho, porque el inicio de las conversaciones del pasado 7 de septiembre en Viena fue hipotecado ante la reserva global a la propuesta planteada por Grecia.

El Gobierno griego teme la excepción geográfica de que gozará parcialmente Turquía gracias a su frente asiático, que queda al margen de la zona del "Atlántico a los Urales" del futuro acuerdo. El conflicto de Chipre planea sobre la reducción de armas convencionales y Grecia no quiere perder potencial bélico frente a su enemigo, mientras éste sólo estaría obligado a cambiar sus tropas de sitio.

Fin de la reserva griega

Las autoridades griegas decidieron el martes levantar su reserva en referencia a "la solidaridad aliada" y a contar con "suficientes seguridades por parte de la OTAN de que el acuerdo no les va a afectar negativamente", aunque han advertido también que en su momento reabrirán el tema. Esta circunstancia es lo que ha permitido a la Alianza dar un paso adelante y mantener la iniciativa negociadora frente a la URSS en el tema.

El 13 de julio, la Alianza concretó los techos de armas convencionales por los que, tanto el Pacto de Varsovia como la OTAN, se obligarían a mantener en Europa: 20.000 carros de combate; 28.000 vehículos blindados; 16.500 piezas de artillería; 4.600 aviones y 2.300 helicópteros de combate. Ello obligará a una reducción desigual -muy superior para el bloque del Este-, como lo ilustra que las tropas soviéticas en los otros países de Europa oriental habrán de reducirse de 600.000 a 275.000 soldados, y las norteamericanas en el continente europeo, de 305.000 a la misma cifra.

"Ahora", señaló ayer una fuente de la OTAN, "la segunda parte de la propuesta nos permitirá discutir el funcionamiento del acuerdo". Las medidas van dirigidas a establecer el intercambio de información, la estabilidad en la disponibilidad de tropas, mecanismos de verificación y el respeto a un futuro pacto, que EE UU quiere antes de un año.

Las propuestas se extienden al control de la producción de armamento o de construcción de instalaciones que permitan "concentraciones masivas de fuerzas". Washington está especialmente preocupado en evitar "una posible concentración de fuerzas soviéticas al este de los Urales", añadió.