La RFA cierra su embajada en Varsovia
La República Federal de Alernanía (RFA) decidió ayer cerrar provisionalmente, a partir de hoy, su embajada en Varsovia donde están refugiados 110 alemanes orientales en espera de salir hacía el territorio federal.El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de la RFA, Joergen Chrobos, había calificado, el pasado lunes, la situación en el pequeño edificio en la capital polaca como "insoportable". Una razón similar se esgrimió los pasados días 7 y 13 de agosto para el cierre de la representación permanente alemana occíental en Berlín este y la embajada de la RFA en Budapest.
El éxodo de alemanes orientales a través de Hungría continúa. Durante la noche del lunes al martes, cruzaron a Austria 680 ciudadanos de la República Democrática Alemana. Los rumores sobre que las autoridades de Berlín Oriental habían endurecido la concesión de visados para viajar a Hungría son confusos y, al parecer, la Statsi (policía política de la RDA) visitó a algunas personas a las que se habían concedido visados, para requisárselos.
Por otra parte, el sínodo de las iglesias católica y protestante de la República Democrática Alemana (RDA) finalizó ayer con un comunicado en el que se avanzaba en un punto especialmente significativo sobre las peticiones que se hicieron públicas el pasado domingo, informa J. M. Martí Font. Las Iglesias de la RDA, tal vez el único movimiento organizado de cautelosa oposición al régimen, han añadido a la petición de reformas; la de "una pluralidad democrática de partidos", expresión utilizada para salvar el hecho de que, de facto, aunque su papel sea nulo, existan ya en la Cámara del Pueblo cuatro partidos políticos además del SED (comunista).
El comunicado, que incide en la necesidad de que el Estado debe corregir las causas que "han propiciado la salida masiva de ciudadanos del país" y en que se conceda el libre derecho a viajar a todos los habitantes, corrige así, aunque sin indicarlo específicamente, su petición del domingo de que debía construirse "un socialismo auténticamente democrático", lo que en el eliptico lenguaje que se puede permitir este tipo de oposición venía a constituir una aceptación del régimen de partido único.
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