El PSOE admite reformar el servicio militar, pero se opone a suprimirlo o acortarlo sustancialmente
El PSOE propondrá en la próxima campaña electoral una profunda reforma del servicio militar obligatorio, pero se opondrá a su progresiva eliminación e incluso a un sensible acortamiento de su actual duración. La eliminación progresiva es defendida por el Centro Democrático y Social (CDS), Izquierda Unida (IU), el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Convergéncia i Unió (CiU). Por su sustancial reducción aboga, tras no pocas dudas, el Partido Popular (PP). El Ministerio de Defensa prepara un proyecto de moción del servicio militar.
La supresión del reclutamiento forzoso requeriría, en opinión de los expertos del PSOE y del Ministerio de Defensa, la reforma del artículo 30 de la Constitución, en el que se afirma que "los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España". La sustitución de los 240.000 soldados que componen el corthrigente obligatorio de 1989 por otros tantos voluntarios tendría además, según dichos expertos, un coste superior a los 300.000 millones de pesetas anuales. La caida de la curva de la natalidad plantea un problema sup!lementario pues, a partir de 1995, habrá una drástica disminución del número de jóvenes en edad de incorporarse a filas.El Ministerio de Defensa espera que los ftituros acuerdos de coordinación con la OTAN y el nuevo Plan Estratégico Conjunto (PEC) permitan un redimensionamiento, o reducción, de las Fuerzas Armadas, en función de las misiones que dichos documentos le atribuyan. Esta reducción y un incremento notable de los voluntarios especiales, cuyo servicio militar oscila entre 18 y 36 meses de duración, permitiría compensar la caida del contingente forzoso.
Estos argumentos son los barajados por el PSOE para oponerse a la supresión del servicio militar e incluso al acortamiento sensible de su duración. Los socialistas admiten, todo lo más, que la evolución de los acontecimientos podría permitir una disminución del tiempo de permanencia en filas, 12 meses, que "no sería significativa". La oferta que presentará el PSOE para contrarrestar las propuestas de la oposición se limita a la reforma del servicio militar.
El Ministerio de Defensa reconoce que muchos aspectos del sistema vigente son "manifiestamente mejorables" y que la mili, tal como está concebida, "no es todo lo útil que debierá, ni para los jóvenes que la hacen, ni para las Fuerzas Armadas". Desde hace más de un año, una, comisión, presidida por el propio ministro Narcís Serra, trabaja en un proyecto de modernización del servicio militar, que en parte ya se ha puesto en marcha con medidas como la
regionalización, que este año ha llegado al 76%, o la posibilidad de vestir de paisano fuera del cuartel.
Las reformas en estudio van dirigidas a elevar la calidad de vida de los reclutas, mejorando la alimentación y las instalaciones, y a propiciar la realización de estudios en las horas libres, para combatir la idea de que la mili es un tiempo muerto para los jóvenes. También se admite quehay que "profundizar" en el respeto escrupuloso a los derechos del soldado, aunque no parece que este propósito vaya a plasmarse en un texto legal sobre sus deberes y derechos, actualmente dispersosy, como admite Defensa, desconocidos para la mayoría de los afectados. Tampoco se plantea la reforma de la Ley del Servicio Militar de 1984.
Ofertas de la oposición
La modernización que proponen los socialistás deberá hacer frente a la cascada de ofertas formuladas por la oposición desde que, el 28 de agosto, el presidente del Centro Democrátrico y Social (CDS), Adolfo Suárez, encendió la polémica al proponer la progresiva sustitución del servicio militar obligatorio por otro de carácter voluntario, dando así un paso más en su idea de la mili de tres meses. Convergéncia i Unió (CiU) se sumó poco después a esta postura y ha incluido en su programa la creación de un Ejército plenamente profesional, mediante la potenciación del voluntariado especial que, sin plazo fijo, sustituiría al reclutamiento forzoso.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) sostiene una tesis similar, aunque agrega en su oferta programática una refórnia de la Ley de Objeción de Conciencia que suponga el reconocimiento de la denominada objeción sobrevenida, la que se alega tras la incorporación a filas.
La petición de Nuevas Generaciones -las juventudes del PP- de que se pueda optar alternativamente entre un servicio militar o uno civil, provocó un verdadero terremoto en el Partido Popular. El propio Manuel Fraga terció en la polémica calificando de "Ejército mercenario" a la milicia profesional que surgiría de llevar esa fórmula a sus últimas consecuencias. Gaspar Ariño, coordinador del programa electoral, reveló ayer la solución de compromiso a que ha llegado el PP. Dicho partido propondrá una "reforma notable" de las condiciones en que se realiza la mili y una "reducción sustancial" de su duración, que no debería ser muy superior a seis meses". Por contra, los populares aceptan que el incremento en el voluntariado especial no supondrá, en ningún caso, la supresión del servicio militar obligatorio.
Izquierda Unida (IU), por su parte, ha roto con la tradición comunista, partidaria del reclutamiento universal, al proponer un referéndum en el que dicha coalición abogaría por un ejército profesional, compatible con una "defensa neutral integrada". Mientras esta propuesta se pone en práctica, IU aboga por la "reducción sensible del tiempo de permanencia en filas", la reforma de la Ley de Objeción de Conciencia, en la línea del PNV, y la abolición de la Justicia Militar.
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