España no aplica las directivas para crear el mercado único aprobado en la Comunidad Europea

España y Portugal no aplican la mayor parte de las directivas aprobadas por la CE para la creación del mercado único un documento de la Comisión Europea. El retraso a la hora de incorporar las normativas comunitarias en el derecho nacional puede afectar la credibilidad de la voluntad política de la CE y la irreversibilidad del proceso" hacia el objetivo de 1992. El problema alcanza en mayor o menor medida a todos los países comunitarios, y será sometido hoy a debate es el Consejo de Ministros de Mercado Interior que se celebra en Bruselas.

El balance realizado por la Comisión Europea es demoledor. De las 68 directivas en vigor, aprobadas en aplicación del Acta única para la construcción del mercado único, sólo siete están recogidas en las legislaciones nacionales de los 12 países de la CE. Y esto después de las llamadas de atención efectuadas, porque hace tres meses sólo eran dos.Este ranking de incumplimientos, que contrasta con la aceleración que ha sufrido el proceso de reformas, señala principalmente a los dos nuevos socios. Según el documento que hoy presentarla los ministros el comisario Martin Bangemann a excepción de las normas referidas a las formalidades en frontera y a la fiscalidad, "España y Portugal experimentan retrasos considerables que afectan a todos los otros campos, a veces en proporciones importantes".

En el caso de España, esta falta de transposición al derecho nacional de las normas comunitarias contrasta con la actividad desplegada el pasado semestre. La propia Comisión Europea, destacó en un documento publicado el 1 de julio "el trabajo remarcable" realizado por la presidencia española a la hora de aprobar normas para la construcción del mercado interior. Su labor, reflejada en 26 decisiones finales y otra docena de acuerdos a la espera de requisitos formales, constituye un récord "que jamás se había logrado desde la entrada en vigor del Acta única".

Período transitorio

Esta contradicción entre su papel de impulsor para la aprobación de normas y su olvido a la hora de cumplirlas puede deberse a "la falta de rodaje" según fuentes del Ministerio de Exteriores. Y la propia Comisión Europea ofrece una disculpa a esta ausencia, de voluntad comunitaria: "Esta situación es explicable por el período transitorio de estos dos países [España y Portugal], que implica de su parte un esfuerzo de adaptación que la Comisión no puede ignorar en el tratamiento de los procedimientos. de infracción".

Menos justificación tienen Grecia, Italia, Bélgica e Irlanda, que sobresalen también a la hora" de los incumplimientos. La resistencia en la aplicación del derecho comunitario se hace notar especialmente en los sectores del transporte y, de las normas técnicas. Pero el problema no ha hecho sino comenzar, pues será el próximo año cuando deberán entrar en vigor las medidas más importantes y más complejas entre las directivas aprobadas, como son las de liberalización de movimientos. de capitales, seguros, agentes comerciales, etcétera.

La Comisión Europea está especialmente preocupada por los efectos de este retraso, ya que sólo lo agentes económicos parecen ser consc¡entes delreto de 1992. Las administraciones estatales, a pesar de los reiterados avisos, hacen oídos. sordos a la hora de poner en vigor las medidas. Y si no hay un acuerdo político, la situación amenaza ir, a peor..

Hasta ahora, los Consejos de Ministros de la CE han logrado aprobar más de la mitad de las .270 normas necesarias para crear el mercado único sin fronteras.. Pero mientras la toma de. decisiones por mayoría avanza a buen ritmo, los temas que exigen la unanimidad continúan estancados. Ése es el caso de la reforma de la fiscalidad, el derecho de residencia para estudiantes y jubilados o la Carta Social Europea.

68 directivas en vigor

El procedimiento legislativo nacional tampoco es excusa para explicar los retrasos. "Entre las 68 directivas en vigor muy pocas suponen un procedimiento parlamentario". Será en las próximas a aprobar cuando el requisito de control legislativo va a ser más frecuente, y por tanto, mayor el peligro de acumular demoras.

La Comisión propone mantener reuniones regulares con las autoridades de cada país miembro para buscar soluciones, al estilo de las celebradas recientemente con España y Portugal. Pero la única salida es un compromiso político de los Gobiernos, porque de nada sirve predicar mercado único si cuando aprieta no se quiere cumplir