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Los militares japoneses creen que la URSS sigue siendo una amenaza potencial

Las autoridades militares japonesas han ido más allá que su propio Gobierno al estimar que la seguridad militar interna continúa potencialmente amenazada por la Unión Soviética y que ésta ha reforzado últimamente su presencia en su territorio oriental próximo a Japón. Ni los avances logrados con Estados Unidos en materia de defensa, ni la reducción de efectivos en Europa y Asia, ni tampoco las garantías de paz expresadas por el máximo dirigente soviético, Mijail Gorvachov, son argumentos suficientes para cambiar de idea en el último Libro Blanco que acaba de publicar la Agencia de Defensa japonesa.

Inicialmente, el informe era aun más beligerante y algunos pasajes han sido posteriormente suavizados por presiones del Ministerio de Asuntos Exteriores. Fuentes diplomáticas soviéticas en Tokio han criticado duramente el contenido que no favorece al objetivo común de suscribir pronto un tratado de paz entre las dos naciones.El Libro Blanco, aprobado esta semana por el Gobierno de Toshiki Kaifu, afirma que la URSS ha mejorado en calidad sus fuerzas en Asia Oriental desde que Gorbachov llegó al poder, hace cuatro años, y que el despliegue militar en esa zona es enorme. El documento detalla por primera vez. el número de efectivos y de material que los soviéticos tienen cerca de Japón. Moscú ha reforzado su presencia en zonas próximas a territorio japonés, en especial en. el mar de Okhotsk, en la isla de Shakalin y en la península de Kamchatka.

El informe señala que en dicha área se encuentran el 60% de todas las divisiones que la URSS tiene en Extremo Oriente el 60% de su aviación de combate y el 90% de sus bombarderos. Además, Moscú ha desplegado en Asia entre una tercera y una cuarta parte de sus misiles estratégicos y submarinos nucleares, 43 divisiones armadas con un total aproximado de 390.000 hombres, un centenar de barcos de guerra, 140 sumergibles y 2.430 aviones.

Las Kuriles

El informe señala también un aumento de maniobras militares en la zona y violaciones del espacio aéreojaponés por parte soviética. Esta presencia, según las autoridades militares niponas, pretende obligar a que Japón reconozca la ocupación ¡legal de los territorios del norte, como denominan los japoneses a las pequeñas islas de Kunashiri, Etorofu, Shikotan y el archipiélago de Habomai, situadas al sur de las Kuriles, ocupadas por los soviéticos en 1945 y sobre las que Japón reclama soberanía territorial. El informe asegura que el ejército soviético mantiene en los territorios del norte una división armada, carros blindados, mis¡les tierra-aire y aviación. de combate.

El contencioso sobre ese grupo de islas sigue dificultando hasta ahora la normalización de las relaciones entre Japón y la URSS. Ni la visita del ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, en diciembre pasado a Tokio, ni la que el entonces jefe de la diplomacia japonesa, Sosuke Uno, hizo meses después a Moscú dieron resultados concretos, y la falta de acuerdo sobre este problema bloquea el deseo común de firmar un tratado de paz e impide fijar la fecha de una visita futura de Gorbachov a Japón. Expertos occidentales opinan que desde el punto de vista militar, los territorios del norte no son ya estratégicamente tan importantes como antes para la URSS para proteger el paso de su flota al Pacífico, al disponer ahora de submarinos dotados de nuevos misiles de largo alcance cerca de su costa. El valor reside en su abundante riqueza pesquera y en el rumor de que hay también depósitos de titanio en Kunashiri.

Algunos analistas creen que el tono tan duro empleado por las autoridades militares japonesas en su último informe anual de defensa pretende justificar el reforzamiento militar que Japón viene realizando en los últimos cinco años. Los gastos militares de este año ascenderán a cerca de 28.000 millones de dólares, un 5,9% más de lo gastado el año anterior.

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