Ha muerto, el 'rey del mambo'

NACHO SÁENZ DE TEJADA El mambo se ha quedado sin su rey. Tras una larga enfermedad, el pasado día 14 falleció en Máico, a los 73 años de edad, Dámaso Pérez Prado, creador de este estilo musical. El compositor cubano alcanzó su máxima popularidad en la década de 1950, y muchas de sus canciones alcanzaron su máxima popularidad. Patricia, El rico mambo, Mambo number 8 y El cerezo rosa, entre otras, fueron temas que marcaron una época y contribuyeron al áuge de la música latina.

Desde hace un, año, Dámaso Pérez Prado estaba internado en un hospital mexicano a causa de un derrame cerebral que le paralizó la mitad de su cuerpo. El pasado día 22 de junio, el músico sufrió una baja considerable en sus signos vitales, con dos infartos que obligaron a la amputación de una pierna por problemas de circulación. Desahuciado por los médicos, Pérez Prado fue trasladado a su domicilío particular, donde falleció el pasado jueves, día 14, a causa de diversas complicaciones.Dámaso Pérez Prado, el rey del mambo, nació, en Matanzas (Cuba), el 11 de diciembre de 1916. Comenzó su carrera actuando en murgas de su ciudad natal y en La Habana, como director de la orquesta Casino de la Playa a principios de la década de los 40, antes de fijar su residencia en México en 1948, donde compuso su primer éxito: El rico mambo.

El período, de mayor. éxito del mambo, abarcó la primera mitad, de la década de los años 50, y Dámaso Pérez Prado fue uno de los primeros en atraer al público no latino de Estados Unidos. En 1951 realizó su primera gira por Norteamérica, logrando un gran éxito en varias actuaciones en Los Ángeles y San-Francisco. Pérez Prado obtuvo, un éxito menor en Nueva York, y su presentación en el Waldorf Astoria, con un públíco acostumbrado a Xavier Cugat y a la sofisticación de Machito y Tito Puente, no fue tan brillante. Su música carecía de la riqueza armónica de la escuela, neoyorquina, aunque influyó en los estilos posteriores"derivados de la música latina.

Otros éxitos

Tras El rico mambo- llegaron otros éxitos como Mambo número 5 y 8, La chula linda, Lupita, Cerezo rosa y la versión para piano de Él manisero, que alcanzaron grán popularidad. Pérez Prado intentó también-acercargo a un mambo progresivo, introduciéndose incluso en el terreno de lo sinfónico con su Concierto para bongó y Mosaico cubano, a semejanza de los trabajos de Stan Kenton y Dizzy Ginespie.

"En el mambo no sólo inventé un ritmo, sino tambiém un estilo de orquestación", solía declarar. "Escuché jazz y me gustó el tiro, porque mi música es negroide. El mambo de Péraz Prado fue el precursor del cha- cha-cha, popularizado -por, el cubano Enrique Jorrín, y también acompañó con su orquesta a: su compatriota Beny Moré, uno de los ptincipales músicos apodado el. bárbaro del ritmo.

Pérez Prado, conocido también como Cara de foca, se casó tres veces, tuvo dos hijos y grabó más de 200 discos. Defendido por Gabriel García Márquez y atacado por Alejo Carpentier, su mayor éxito fue la canción Patricia compuesta en apenas 25 minutos, que vendió millones de copias en Estados Unidos y formó parte de la banda sonora de la película La dolce vita, dirigida por Federico Fellini en 1959. Sus músicos tocaban -sin partituras, diseñaba su propio vestuario -, chaquetas sin solapas y anchos pantalones de tubo- y fabricaba -la gomina que fijaba su tupé.

Con su orquesta y su clásico grito ¡ugh! -"es un ¡dilo! para animar al trompetista", afirmaba-', realizó 21 giras por Japón y actuó en fiesta del, rey Baísan II de Marruecos, pero nunca se presentó en directo en España ni en Europa. Vendió cuatro millones de discos caribeños en Alemania, introdujo el órgano electrónico en los ritmos tropicales y parece que no, sabía bailar el mambo. Dámaso Pérez Prado, que nunca supo el número de obras que había compuesto, mantuvo una dura polémica - sobre la paternidad del mambo"con su hermano Pantaleón, fallecido en 1983, que incluso los enfrentó antelos tribunales. Dámaso calificó a su hermano de usurpador y le acusó de cantar y plagiar cientos de sus canciones.

Hasta hace un año, Dámaso, Pérez Prado dormía cuatro o -cinco horas diarias, levantándose para trabajar, a las seis de la mañana. En 1983 había declarado: "Cuando me muera, ya dormiré mucho".