Se investiga en Holanda un presunto tráfico de tejidos humanos enlatados

La inspección sanitaria y la policía de la ciudad holandesa de Breda, al sur de los Países Bajos, han iniciado una investigación sobre un presunto tráfico de tejidos humanos descubierto el pasado mes de agosto cuando fue interceptado un contenedor con 104 latas de restos orgánicos en su interior. Otros tres contenedores hallados entonces procedían de un centro médico de la propia Breda, pero el elevado número de recipientes que guardaban desvió las pesquisas de los agentes hacia otros hospitales.Según la fiscalía de Breda, los tejidos eran obtenidos sin permiso previo de los fallecidos o de sus familias y luego aparecían en hospitales de la República Federal de Alemania, donde se empleaban en la reparación de malformaciones o cicatrices de la piel. La empresa holandesa de material médico Braun Medical se habría ocupado luego de preparar los restos para su reutilización. Portavoces del centro han desmentido sin embargo estas acusaciones, diciendo que llevan muchos años tratando tejidos humanos procedentes de hospitales holandeses.

Una vez recuperados los tejidos en su casa central de Alemania Federal, el producto es devuelto a los Países Bajos para su uso quirúrgico. Braun Medical asegura que los tejidos procesados son indispensables para mejorar los resultados de operaciones como la masectomía (extirpación de mama).

El asunto ha originado una grave discusión en el seno de la Asociación Holandesa de Anatomopatólogos. Ésta ha denunciado el vacío legal provocado por la falta de una normativa que regule la donación de órganos y tejidos para trasplantes. Sus 406 miembros recibieron ayer una carta que recuerda la prohibición expresa de efectuar o favorecer cualquier tráfico de restos humanos en los Países Bajos.