Invitación

Jorge Pardo Grupo

Café Central, Madrid. Hasta el 10 de septiembre

Jorge Pardo ha doblado la edad de cuando era el muchacho que asomaba tras la cortina del Whisky Jazz y hoy divide su tiempo entre las giras de conciertos con Paco de Lucía, el liderazgo de su grupo en territorio de fusión (hacia la modernidad y hacia el flamenco) y algunas semanas, en clubes, con estándares en el temario. Es una de esas semanas y otra buena sorpresa de principio de temporada. Cada año la escena local vence algún paso hacia delante y puede decirse directamente que lo que Jorge Pardo -saxos y flauta- y su grupo presentan es verdadero jazz en claro despegue hacia la homologación con lo que hoy se hace en este continente.En punto a intensidad y al espacio natural en el que se produce -el club- también podría resumirse en que cualquiera que quiera informarse, disfrutar o pulsar el latido de eso que llamamos jazz tiene en esta banda una excelente convocatoria. Pardo y sus compañeros tocan con libertad (no están intentando hacer algo, se están expresando) y ahí es donde, en esta música, empiezan a suceder las cosas. El contrabajista Víctor Merlo y el baterista Carlos Carli son dos de sus acompañantes y también responsables de que todo vaya sucediendo. Ximo Tébar, invitado en la formación, es un muy joven guitarrista valenciano, con un considerable abanico de destrezas e ideas, que sabe plasmar cuando dirige y firma.

En el primer día de comparecencia con la banda (riada mediante), pareció más dispuesto a explicitar sus talentos que a formar parte de un grupo bastante existente. Para resultar eficaz en esta banda tal vez deba Tébar olvidar los tempos y fuera de tempos de su temario habitual.