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Un sistema de seguridad para la Europa del 2020

Una de las iniciativas más interesantes que se han realizado en los últimos tiempos, y en relación a los temas de defensa, es probablemente la llevada a cabo por el SIPRI (Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz, de Estocolmo), que ha reunido a seis militares profesionales (tres de países de la OTAN y tres de países del Tratado de Varsovia) para que diseñaran lo que podría ser un nuevo sistema de seguridad europeo para el año 2020 (ESS2020) (*).Este grupo de militares, escogidos por los ministerios de Defensa de seis países diferentes, han establecido un marco de referencia sumamente sugestivo e innovador, que tiene el mérito de romper por completo con una serie de tabúes e imágenes de enemigo que han sido habituales en la Europa de las últimas décadas, apostando en cambio por un futuro sin bloques militares y en camino de una franca desmilitarización.

ESS-2020 propone un sistema de defensa que, partiendo del principio de la seguridad compartida como gran concepto estratégico, desarrolla las bases organizativas de un potencial militar reducido para Europa, aunque con "razonable suficiencia" y sin que nadie tenga bastante capacidad como para lanzar un ataque ofensivo hacia otro país.

Al centrarse en Europa, lo que pretende es buscar un "sistema de seguridad colectiva", ya que hoy día la seguridad no puede obtenerse unilateralmente, entre otras cosas porque la seguridad de un país no debe construirse a expensas de la seguridad o inseguridad de otro.

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El sistema ESS-2020 prevé una Europa sin bloques militares, sin amenazas militares internas o externas, y con un importante grado de integración económica y política. En este contexto, la existencia de grandes ejércitos nacionales orientados a disuadir a otros países europeos deja de tener sentido. Por ello se propone crear una fuerza multinacional europea de unos 400.000 hombres que sustituiría a los actuales ejércitos nacionales. Este nuevo ejército se distribuiría en cuatro zonas (norte, centro, sureste y suroeste), a razón de unos 60.000-100.000 hombres por zona. Se admite la existencia de un pequeño potencial nuclear basado en el armamento franco-británico, aunque dependiendo de la estructura multinacional y con un sistema de doble llave.

Las fuerzas armadas serían fuerzas multilaterales formadas por voluntarios de cada país y región. Al tener que cubrir áreas muy extensas, tendrían que ser unidades operacionales capaces de actuar independientemente y, cuando fuera necesario, en grandes formaciones. Habrían de estar preparadas, por tanto, para actuar en diferentes tipos de misiones, incluyendo las de pacificación bajo el mando de las Naciones Unidas.

Un pilar importante del nuevo ESS-2020 sería el desarrollo de todo lo relacionado con el C31 (mando, control y comunicaciones). La información sería distribuida a todos los países europeos, sin que ningún país pudiese disfrutar unilateralmente de la información proporcionada por los satélites de observación.

La parte europea de la URSS, aún sin estar integrada en la estructura del ESS-2020, mantendría un potencial similar al de cada una de las cuatro re-

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giones europeas antes mencionadas, con unos 100.000 hombres como máximo.

Para llegar a esta idílica situación, ESS-2020 prevé un largo camino con numerosas negociaciones. En los primeros tres años se negociaría llegar a un mismo nivel de armas ofensivas, estableciéndose acuerdos que permitiesen ir reduciéndolas paulatinamente. Posteriormente, cada bloque reduciría su potencial militar humano en medio millón de soldados. Con estas y otras medidas propuestas a lo largo de las tres décadas se llegaría a este nuevo modelo del ESS-2020.

Un sistema como el descrito habría de garantizar la integridad territorial y la seguridad pública y económica de los países participantes. Todos los Estados miembros aceptarían que el conflicto armado es un método inaceptable para resolver sus disputas. Los conflictos habrían de resolverse únicamente por medios políticos, y el uso de la fuerza sólo sería posible después de tomarse una decisión colectiva, nunca unilateral.

Para que ESS-2020 sea coherente habrían de producirse cambios en los siguientes cuatro niveles:

1. A nivel interior, habrían de establecerse estructuras que resuelvan los problemas -ecológicos y los desequilibrios sociales.

2. A nivel de política de defensa, se establecería un sistema de seguridad colectiva que asegurase la paz a nivel nacional, intrasistémico e internacional, sin establecer estructuras que puedan ser percibidas como amenazantes.

3. A nivel de relaciones Este-Oeste, sería necesario desarrollar una red de relaciones e interdependencias entre todos los países europeos, desde el Atlántico hasta los Urales, con objeto de vencer la confrontación entre los bloques.

4. A nivel de relaciones Norte-Sur, habría que fomentar la cooperación para el desarrollo pacífico del Tercer Mundo.

Así pues, el ESS-2020 propone una doctrina militar defensiva, con unas fuerzas que tendrían una función práctica-defensiva en medios, armamentos, estructura, organización, logística y entrenamiento, lo que imposibilitaría realizar operaciones ofensivas para conquistar territorios extraeuropeos.

Evidentemente, un proyecto como éste sólo será viable si antes se avanza en las estructuras económicas y políticas europeas. Sólo con este prerrequisito será posible tomar las decisiones políticas que conduzcan a la construcción de un nuevo sistema de seguridad para toda Europa.

En cualquier caso, creo que es necesario ir planteándose objetivos ambiciosos y a largo plazo, de forma que puedan guiar u orientar el diseño de las políticas actuales. Si no lo hacemos con esta visión de futuro será fácil caer en el error de creer que estamos avanzando por el solo hecho de movernos y de entrar en todo tipo de organismos. Mucho me temo que los; discursos que se plantean en foros como la UEO o el Eurogrupo no van por este camino esperanzador, y que, por el contrario, muchas decisiones europeas de política de defensa nos hacen retroceder del camino que nos podría conducir hacia un modelo como el descrito en ESS-2020. ¿Hasta cuándo estaremos a tiempo para rectificar?

* Stability and arms control in Europe: the role of Military Forces within a European Security System. SIPRI, julio 1989, 113 páginas.

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