Un muerto y 80 heridos en el atentado contra el segundo diario de Colombia

Un coche bomba provocó ayer en Bogotá grandes destrozos en las instalaciones de El Espectador -el segundo periódico más importante de Colombia, destacado por su lucha contra el narcotráfico-, la muerte de una persona y heridas a otras 80. La explosión, que tuvo lugar en una gasolinera que se encuentra a 20 metros del diario, no alcanzó los 44.000 litros de combustible almacenados. De haber sido así, el periódico y todos los edificios ubicados en un radio de 500 metros habrían resultado destruidos, según manifestó un experto de la policía en el lugar de los hechos."No nos van a vencer, ni a nosotros ni al país. Ahora rhás que nunca seguiremos adelante. Si logran callar a un periódico se acaba Colombia", manifestó a EL PAÍS Alfonso Cano, gerente de El Espectador. Los trabajadores del periódico trabajaron ayer "sobre los escombros" para lograr sacar hoy a la calle una "edición de emergencia". Este diario, que obtuvo en 1988 el Premio Ortega y Gasset de Periodismo, convocado por PRISA (sociedad editora de EL PAIS), sufrió en los tres últimos años los asesinatos de su director Guillermo Cano, del abogado Héctor Giraldo y de dos corresponsales. También ayer, una casa que la familia Cano tiene en la isla de Rosario, frente a las costas de Cartagena, fue incendiada.El atentado contra El Espectador es el más grave de los cometidos por la mafia del narcotráfico desde que el Gobierno y, los capos se declararon la guerra total. Mientras, el alcalde de Medellín, ciudad sede del principal cártel de los maflosos, hizo ayer un llamamiento al Gobierno para que con sídere el diálogo como salida a la actual crisis.

El director general de la poli cía, Miguel Ángel Gómez Padilla declaró ayer en conferencia de prensa que los 12 grandes capos de la droga, cuya extradición in mediata ha sido solicitada por Estados Unidos, se encuentran todavía en el país. Gómez añadió que antes o después la policía acabará deteniéndoles. El general Gómez Padilla estimó en 500 millones de dólares (60.000 millones de pesetas) el valor de los bienes expropiados a los narcotraficantes desde la adopción de las medidas especiales tras el asesinato del candidato Luis Carlos Galán.

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