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Dejen a su animal suelto

La 'lambada' hace su presentación 'oficial' en España

La pólvora está servida, ahora falta saber si va a humedecerse con la llegada del frío. La compañía de discos CBS, la discoteca Oh! Madrid y la cadena de radio Los 40 Principales presentaron el jueves ante unas 2.000 personas el baile de moda: la lambada. No todo consiste en mover la pelvis, la tibia y la columna con ritmo; los esqueletos deben estar recubiertos con carne de primera. Representantes de distintas castas urbanas presenciaron el primer espectáculo multitudinario de este baile caliente que llega con marchamo francés. Palparse en público con música de bandoneón es lo último.

Según los expertos, la jugada se resume así: ellas mantienen sus piernas abiertas, y así dejan espacio para que se intercalen las de ellos. El varón, que lleva la iniciativa, transmite el ritmo a su pareja, manteniendo ambas pelvis de manera que no quepa ni una hoja de papel. Han pasado muchos años desde que las emociones del baile se transmitían a través de las palmas de las manos, y tres días desde que la fiebre de la música fría del acid house invadía las discotecas. La lambada puede bailarse en grupo, apoyando la parte delantera masculina en la trasera femenina (y así sucesivamente), sin que exista límite de personas para esta culebra humana. Para conseguir efecto en el baile del latigazo hay que tener cuerpo de junco y una columna vertebral sin lesiones.Veinticinco bailarines y cantantes (del grupo Kaorna y Sambabrasil), maestros en el arte de mover los glúteos, dieron la primera clase ante una mayoría de niños malos de familias bien. La lambada es ideal para Estrella, que con sus 18 años acaba de descubrir el secreto: "Es la compenetración perfecta de macho y hembra". Y parece que lo entiende así porque al explicarlo cimbrea las caderas y coloca las manos donde se supone que se esconden las entrañas.

Se pretende que el baile no tenga edad, aunque el cartel anunciador represente a un mulato de unos 12 años bailando pegado a una rubita de su edad. Maite, una funcionaria ministerial de 40 años, que lo baila junto a una amiga, comenta extasiada y chorreando parte de su edad: "Hay que desinhibirse y dejar suelto el animal".

Dos estudiantes de derecho de 23 años, Matías y Ramón, ponen ojos de recién llegados a territorio prohibido. Les molesta que sea difícil, pero les gusta porque "tiene morbo". Este baile es más excitante para quienes lo ven y más sensual para los que lo bailan. Flavia, una de las bailarinas, considera que con el baile se transmite cariño. De todas formas, hasta para una profesional como ella es difícil aguantar el ritmo más de 15 minutos.

Dos chicas vestidas como mandan las leyes de esta danza, con un volante por falda, bragas que no cubren y bustier (una especie de corpiño), bailan juntas mientras sus novios, derrengados y aburridos, fuman un cigarro. "Es que ellos no aguantan", les excusan.

No importa que esta nueva fiebre haya llegado a España cuando el verano languidece ni que pasado mañana no haya varón alguno que ose bailar con el torso desnudo: unos grandes almacenes, según fuentes discográficas, compraron en un día 25.000 discos, cifra que supera a las ventas de todo el verano. .

Se veía venir desde que a finales del mes pasado la presentadora de La tarde, Elena Sánchez, hizo una dura advertencia a los telespectadores: "No vuelvan a pedir el vídeo de la lambada. Ésta es la última vez que lo emitimos". En la fiesta del jueves, la publicidad dejó entrever sus intenciones: se repartió el mismo número de entradas para los medios de comunicación que para los asiduos a la discoteca.

En caso de que no dé resultado, los ideólogos lo tienen todo previsto: "Si la moda no aguanta, se congela y se resucita el próximo verano", asegura un especialista. Según Cristina (dedicada a la moda) y su chico (bailarín), esto no va a ocurrir: "Es perfecto para el invierno".

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