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Un alcalde por año

Los vecinos de Allariz protestan encerrados por la crisis de su municipio

Xosé Hermida

Empezó como una protesta ecologista para convertirse en un levantamiento popular que algunos comparan al de Cangas de Morrazo (Pontevedra). Los vecinos de Allariz, un pueblo orensano de 5.000 habitantes, están cansados de la contaminación del río Arnoia, donde ha muerto gran cantidad de peces, y también de las extrañas maniobras políticas que han provocado que desde las elecciones municipales de junio de 1987 tres personas, todas militantes del Partido Popular hayan desfilado ya por el sillón del alcalde.

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Como su colega de Cangas, el alcalde de Allariz lleva 15 días sin poder entrar en el Ayuntamiento. Desde el pasado 11 de agosto cientos de vecinos ocupan por turnos la casa consistorial y han anunciado que no depondrán su actitud mientras Leopoldo Pérez Camba no renuncie a gobernar el municipio.El encierro comenzó como una forma de protesta contra la contaminación que sufre el río local, el Arnoia, donde a principios de este mes se registró una masiva mortandad de peces. Los vecinos, encabezados por los concejales del Bloque Nacionalista Galego (BNG), solicitaban del alcalde la convocatoria de un pleno extraordinario para poner en marcha un plan de saneamiento que permita paliar el deterioro ecológico causado por los 33 desagües que vierten al Arnoia a su paso por Allariz.

En un primer momento Pérez Camba no dio la más mínima importancia a la protesta. Dijo que le venían muy bien "unos días de vacaciones" fuera del despacho municipal y no cedió a una sola de las demandas de los vecinos. Cuando días más tarde quiso reaccionar, los acontecimientos se habían precipitado: el encierro fue apoyado por un paro general de comercios y una nutrida manifestación.

El origen de la protesta dio paso a una serie de reivindicaciones más amplias, entre las que se incluía la solicitud de dimisión del alcalde. El portavoz del Bloque Nacionalista Galego, Anxo Quintana, encabeza el encierro de los últimos 15 días. "El problema del río ha pasado ya a un segundo plano", reconoce el concejal nacionalista, "lo que ocurre ahora es una demostración de que la gente está harta de tantos cambalaches". Quintana no cesa de llamar "energúmeno" a Pérez Camba, a quien define como un alcalde "despótico y auténticamente grotesco". Según el representante de la oposición mayoritaria, el responsable del Gobierno municipal niega a los concejales el acceso a los documentos del Ayuntamiento, convoca los plenos por las mañanas para que no puedan asistir los vecinos preside todas las comisiones informativas y no cumple las normas urbanísticas.

Los nacionalistas ponen como ejemplo de su gestión la conocida popularmente como obra de la farola, una construcción particular que invadía terrenos municipales hasta el punto de que un poste de luz instalado por el Ayuntamiento se colaba por una de las ventanas del primer piso. Pérez Camba trató de levantar la orden de paralización que pesaba sobre la obra, pero el juez se lo impidió.

El presidente del Partido Popular, Manuel Fraga, que se encuentra en Orense, mostró ayer su apoyo al alcalde de Allariz y pidió a la oposición que cesara en sus movilizaciones para poder abrir un proceso de negociación. Fraga tenía previsto también reunirse con los vecinos de este municipio.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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