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George Bush, veraneo en la costa de Maine

Tenis, golf, vela y "jogging" centran las vacaciones familiares del presidente norteamericano

"Bienvenidos a nuestro Shangri-La.", exclama el hombre con atuendo deportivo, su cabeza cubierta con una gorra de béisbol en la que se pueder ver una gran K, mientras, sonrisa, en rostro, extiende calurosamente su mano para recibir a sus huéspedes. El hombre es George Bush, 41º presidente de Estados Unidos, y el Shangri-La al que se refiere es su residencia de verano en la localidad de Kennebunkport, en la costa del Estado de Malne, en Nueva Inglaterra, que durante unas semanas se convierte en una Casa Blanca en miniatura para George y Barbara Bush, la primera pareja de EE UU.

George y Barbara Bush iniciaron sus vacaciones el pasado miércoles en Kennebunkport, ya bautizado por algunos vivos fabricantes de T-shirts (camisetas deportivas) como Kennebushport, tras un desvío de más de 3.000 kilómetros que les llevó a Miami donde el presidente apoyó con su presencia y un elogioso discurso la candidatura de la republicana lleana Ros-Lelitinen para una elección parcial a la Cámara de Representantes. La primera cubano-norteamericana que se presenta a un cargoKennebunkport no puede describirse precísamente como "un capricho presidencial", como fue el rancho californiano comprado por su antecesor en el cargo, Ronald Reagan. George Bush ha pasado allí sus vacaciones prácticamente desde que nació. De los 65 años que tiene el presidente, sólo una vez ha faltado a su cita veraniega con Kenne bunkport: en 1944, cuando como piloto de la Marina, fue derribado por los japoneses en la campaña del Pacífico.

El chalé, una sólida propiedad de ladrillo y guijarros situada en Walker's Point, un promontorio que se adentra en el Atlántico a dos kilómetros del centro del pueblo, fue mandado construir por su abuelo materno en 1902

Los americanos, tan dados a las comparaciones, se han apresurado a calificar la residencia veraniega de Bush como el Hyannis

Port republicano, en directa referencia a la casa que el clan Kennedy posee en esa localidad de la costa de Massachusetts, otro Estado de Nueva Inglaterra. Sin embargo, la residencia de los Bush, sin ser precisamente una cabaña, es más pequeña y, según los expertos, menos ostentosa

Sólo cuenta con 15 habitaciones y siete cuartos de baño, una piscina y una pista de tenis.

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Tres semanas de veraneo

Situado en una parcela de 4,5 hectáreas, el chalé tiene un valor catastral de 875.000 dólares (unos 100 millones de pesetas) Sin embargo, su valor real es mucho mayor. Un agente inmobiliario local, Robert Knapp, manifestaba recientemente al Boston Glóbe que su valor real era de unos cinco millones de dólares (unos 600 millones de pesetas) y, "si no les importa esperar una sernana", añadía, "podría conseguir los seis rnillones". Ése es el valor real del terreno en Kennebunkport, un lugar favorito de veraneo para los millonarios de Nueva York, Boston y Filadelfia. Bush pagó en concepto de contribución urbana el año pasado 17.658 dólares (unos dos millones de pesetas).Las actividades de Bush en Kennebunkport durante sus tres semanas de veraneo -el presidente regresará a Washington el próximo 4 de septiembre para anunciar a bombo y platillo su plan nacional contra la droga -son sencillas, como corresponde a un hombre de vida sencilla. Algo de tenis, algo de jogging, algo de golf y mucho barco, su gran pasión. Bush no puede ocultar su pasión por el mar. Cuando llega a Kennebunkport lo primero que hace es irse al puerto a echar una ojeada a su barco, una lancha rápida de la clase Cigarette, de nombre Fidelity, igual a la utilizada por James Bond para perseguir a un narcotraficante en los cayos de Florida en la película Licencia para matar. La diferencia con Bond es que Bush utiliza Fidelity no para cazar reyes del harripa, sino para pescar doradas, y, que en sus excursiones marinas no es acompañado, como 007, por rubias despampanantes, sino que rara vez sale a la mar con su mujer, Barbara.

Bush, es un madrugador nato. A las 7.15 ya está haciendo jogging por los alrededores de su propiedad, seguido por los inevitables agentes del servicio secreto. Su carrera diaria no le impide estar listo, desayunado y duchado, a las nueve para despachar con su jefe de prensa, Marlin Fitzwater, y con sus asesores de seguridad nacional y del Departamento de Estado para estudiar los últÍmos acontecimientos mundia'[es. Sus temas de máxima atención este verano son obvios: la crisis de los rehenes, la situación en Oriente Próximo con el recrudecimiento de los enfrentamientos en Líbano y la pesadilla Noriega, como califican algunos de sus colaboradores al dictador pariameño. Normalmente, las tardes son tiempo de ocio que el presidente dedica por entero a su familia, incluidos sus nietos, y sus invilados.

A Bush le encanta invitar a sus amigos a Kennebunkport, una invitación que no sólo extiende a sus íntimos de Estados Unidos, sino que incluye a varios líderes políticos mundiales. Hasta ahora, la máxima personalidad extranjera que ha visitado Kerinebunkport ha sido el presidente francés François Mitterrand, que pasó una noche el pasado mayo camino de Boston, donde fue investido doctor honoris causa por la universidad de Boston.

En contra de lo que pudiera parecer., la invasión de periodistas, funcionarios y agentes del servicio secreto que provocan los desplazamientos de Bush por Kennebunkport y sus alrededores debería suponer un inconveniente piara los 4.500 habitantes del pueblo. Pero no es así. En verano, comentan los vecinos, "nuestra población aumenta hasta llegar a los 35.000 habitantes. ¿Qué importan unos más?.

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