Un polígono de tiro y una base
La proximidad del polígono de tiro de Bardenas Reales (Navarra) y de la base militar norteamericana de Zaragoza, ha dado lugar a numerosos incidentes aéreos en la zona durante los últimos años.El Ayuntamiento de la localidad navarra de Cortes expresó en febrero de 1988, con motivo de la caída de dos depósitos suplementarios de un caza norteamericano F-16 en la localidad, su "más enérgica protesta por la transgresión de las normas de tráfico aéreo militar, que prohíben el vuelo sobre núcleos de población". En agosto de 1987, artificieros españoles y norteamericanos recogieron tres bombas inertes desprendidas de un avión de EE UU que realizaba prácticas de tiro en Bardenas, y en mayo de ese año fallecieron dos pilotos estadounidenses al estrellarse su F-4 en el mismo campo de tiro.
En Aragón se estrelló, en octubre de 1988, un F-16 norteamericano en el término municipal de Cetina (Zaragoza). El aparato regresaba, en compañía de otros dos, desde Bardenas y se dirigía a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). Un segundo avión, un cazabombardero F-16 de las fuerzas aéreas norteamericanas que transportaba un combustible tóxico, estalló mientras realizaba ejercicios de maniobras en la provincia de Teruel.
La existencia misma de la base de Zaragoza y del polígono de tiro de Bardenas ha sido cuestionada en repetidas ocasiones tanto por el Ayuntamiento zaragozano como por las Cortes de Aragón y los municipios de la zona.
1.800 hectáreas
La base aérea de Zaragoza está situada en las afueras de la capital aragonesa y ocupa una superficie aproximada de unas 1.800 hectáreas. Su personal lo componen 2.300 militares y unos 190 civiles. Las unidades allí estacionadas están formadas por aviones de reabastecimiento en vuelo o aviones cisterna, un ala de entrenamiento compuesta por 48 aparatos, 5 helicópteros destinados a salvamento y diversas unidades de comunicaciones.
Zaragoza cuenta también con una, unidad de entrenamiento sin aviones propios, el Ala Técnica 406, pero capaz de recibir hasta 48 aparatos de diversas clases para ejercicios de tiro aire-tierra en el polígono de Bardenas.
El nuevo convenio defensivo entre España y Estados Unidos prevé el traslado de cinco aviones cisterna Boeing KC-135 Stratotanker a la base de Morón (Sevilla). Estos aparatos fueron los que reabastecieron en vuelo a los F-111 norteamericanos que bombardearon Trípoli en abril de 1986.
Por otra parte, en noviembre de 1988, había en la base de Zaragoza un total de 46 aparatos F-18, pertenecientes a las primeras entregas del contrato de venta a España por EE UU de 72 aviones del programa FACA.
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