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Interior abre una investigación por una supuesta falsificación de documentos oficiales en el "caso Brouard"

El Ministerio del Interior ha abierto una investigación interna por una supuesta falsificación de documentos oficiales sobre el caso Brouard, el asesinato del dirigente abertzale ocurrido en Bilbao el 20 de noviembre de 1984. La apertura de las indagaciones, ordenada el martes por la Dirección General de la Policía, pretende averiguar si algún agente ha colaborado en la elaboración de un informe aparentemente firmado por el comisario Antonio Rosinos, ex jefe de la Brigada de Información de Bilbao, y que tanto el supuesto autor como altas fuentes policiales consideran "absolutamente falso". El informe fue encontrado en poder del inspector Juan José Serantes, recientemente detenido por presunto tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas. El comisario Antonio Rosinos, actualmente destinado en Ceuta, y altas fuentes policiales coinciden en afirmar que el timbre y el sello del informe son auténticos, pero no así su contenido. Por ello, el subdirector general operativo de la Policía, Agustín Linares, ha ordenado una investigación para aclarar si hay algún funcionario de la Jefatura de Bilbao implicado.

El supuesto informe sobre el asesinato de Brouard, fechado el 30 de noviembre de 1984, fue intervenido el pasado día 2 por agentes de la brigada anticorrupción en una caja de seguridad alquilada a nombre de la esposa de Serantes en una sucursal del Banco Popular.

El documento confidencial sobre el asesinato del dirigente abertzale sostiene, entre otras cosas, que "a través de la investigación aparecen pistas que nos llevan a la conclusión de que en el citado atentado han participado miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado". También se asegura que la pistola Lathi modelo L-40, empleada en el asesinato, "proviene de recuperación de actuaciones policiales realizadas por funcionarios adscritos a la Jefatura de Barcelona".

El comisario Antonio Rosinos aseguró ayer a este periódico que el citado informe es "falso y ridículo". Rosinos añadió: "Es absurdo creer que yo iba a hablar por teléfono, como se dice en ese documento, con Miguel Planchuelo [entonces jefe superior de Bilbao], ya que ambos teníamos el despacho puerta con puerta". Aseguró que la firma que figura en el escrito no es suya, aunque admitió que tanto el papel oficial como el sello de la Brigada Regional de Bilbao son auténticos, por lo que sospecha que tiene que haber un agente implicado.

Una alta fuente policial comentó que "el que' falsificó este documento no tiene ni idea de cómo se hace un oficio de este tipo, ya que falta el número de registro de entrada y salida y da la impresión de que el sello fue estampado antes de confeccionarse el escrito".

El inspector Serantes, que ayer permanecía recluido en la comisaría de La Verneda, en Barcelona, declaró ante el juez el pasado día 4 que "la documentación fotocopiada relativa al asesinato de Brouard se la dio un funcionario de policía, vinculado al Gabinete ministerial".

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La brigada anticorrupción llevaba tras Serantes desde el mes de marzo, al tener indicios de que "podría estar llevando a cabo diversas actividades irregulares, presuntamente tráfico de estupefacientes, en connivencia con una red de individuos que actúan en Barcelona".

Txema Montero, que ejerce la acusación particular en el caso Brouard, manifestó ayer "que esos papeles alguien los ha intentado vender como el informe Rosinos" y anunció que pedirá al juzgado de Barcelona el traslada al de Bilbao de esos documentos "para intentar aclarar el verdadero autor de los mismos", informa Victorino Ruiz de Azúa.

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