El nuevo yate de la familia real española estará terminado antes del verano de 1991
El nuevo yate de la familia real, sustituto del Fortuna, estará listo antes del verano de 1991. El Consejo de Administración del Patrimonio Nacional ha adjudicado la construcción del casco y de la estructura exterior de la embarcación, así como la instalación de los equipos, a la firma asturiana Mefasa, que cobrará casi 1.000 millones de pesetas.
Fuentes del Patrimonio Nacional han confirmado la adjudicación a la empresa Mecanizaciones y Fabricaciones (Mefasa), con sede en San Juan de Nieva (Asturias), de la construcción del nuevo yate de la Familia Real, que tendrá un coste de casi 1.000 millones de pesetas, sin contar con los equipos de navegación, según adelantó el pasado jueves el diario económico Cinco Días. Sin embargo, las mismas fuentes han negado que la embarcación vaya a financiarse con la venta del actual velero real, el Fortuna, o que se hayan presentado ya varias ofertas para la adquisición del mismo, alguna de ellas por parte de un grupo japonés.Según un portavoz del Patrimonio Nacional, la Familia Real no ha comunicado todavía su decisión de dejar de utilizar el Fortuna, por lo que éste no se encuentra a la venta. Aún en el caso de que la primera condición se diera, ni siquiera es seguro que se sacara a subasta, ya que podría optarse, en opinión del citado portavoz, por conservarlo, dado su valor histórico. En todo caso, la compra del nuevo velero se hará con cargo a los fondos del Patrimonio Nacional, con independencia del destino que finalmente se dé al Fortuna.
Navegación por satélite
El nuevo yate, de gran potencia y reducido peso, tendrá una eslora de 26,9 metros, algo menor que el actual, y estará equipado con dos motores de aluminio, al igual que el casco, de alta tecnología, un sistema de navegación por satélite y propulsión por hidrojet. El diseño de la embarcación, cuya maqueta fue presentada hace pocos días al Rey en Palma de Mallorca, es obra del británico Don Shead, autor del diseño del Fortuna, que le fue regalado a la Familia Real española por el rey Fahd de Arabia Saudí.
Para la elección de la empresa constructora, el Patrimonio Nacional ha contado con el asesoramiento de técnicos de la Empresa Nacional Bazán, división del INI especializada en buques de guerra, quienes supervisarán el desarrollo de los trabajos, que deben iniciarse este mismo mes con la realización de la base y el molde del yate. Mefasa fue fundada en abril de 1965, con un capital de 224 millones de pesetas, tiene 136 trabajadores en plantilla, una facturación aproximada de 1.200 millones de pesetas anuales, y se dedica a las construcciones metálicas, mecanización en general, embarcaciones de recreo con casco de aluminio, fabricaciones en poliester y fibra de vidrio.
Hace varios años, se encargó de remodelar el Fortuna, para corregir algunos problemas de vibraciones y dificultades de atraque, mediante la ampliación del casco, alargándolo en dos metros y medio, la instalación de dos nuevos motores y el reacondicionamiento del espacio de popa. En 1987, construyó el yate Kialoa, propiedad del multimillonario norteamericano, John Kilroy. También han salido de sus astilleros el Fortuna II, de Tabacalera, los yates tipo Bribón y el prototipo tres cuartos Tom, ganador de la regata Lorient-Gijón y segundo en la Copa del Mundo. Francisco Javier Sitges Menéndez, presidente. del Consejo de Administración de la empresa, lo es también de Asturiana de Zinc, propiedad de Banesto, y forma parte del círculo de amistades del Rey, con quien comparte la pasión por el mar. A esta afición se debe el que Mefasa, cuyo principal accionista es su consejero delegado, Manuel Alpieri, se dedicara a la construcción de embarcaciones de encargo.
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