El Gobierno chileno y la oposición votarán a favor de la reforma constitucional
ENVIADO ESPECIALPara muchos de los 7,5 millones de chilenos convocados hoy a las urnas, que se sienten opositores a la dictadura del general Augusto Pinochet, será un trago amargo votar apruebo en el plebiscito para reformar la Constitución de 1980. El Gobierno y la mayoría de la oposición coinciden en la necesidad de aprobar la reforma de la Constitución pinochetista y esta coincidencia resulta casi incomprensible y dificil de asumir para muchos opositores.
Las palabras del dirigente socialista Ricardo Lagos, del Partido por la Democracia (PPD), ponen de manifiesto la situación en que se encuentra la oposición ante el plebiscito. "Llamo a votar apruebo, porque apruebo quiere decir que los diputados y los senadores tendrán la facultad de cambiar la Constitución. Ella no será democrática, pero nos permitirá avanzar, para hacerla democrática después de diciembre. Por eso los chilenos debemos participar y decir apruebo, lo que nos acerca a la democracia", afirmó Lagos. El dirigente socialista insistió en que participar "es un paso más a la dernocracia".
Prerrequisito constitucional
La reforma constitucional, que se decide en el plebiscito de hoy, es una especie de prerrequisito funcional para la transición a la democracia. La propaganda electoral de la oposición destacó que con la reforma se consiguen varios logros importantes. Se derogará el famoso artículo 8, que declaraba "ilícito y contrario al ordenamiento constitucional de la República" a "todo acto de persona o grupo destinado a propagar doctrinas que atenten contra la paz, propugnen la violencia o una concepción de la sociedad, del Estado o del orden jurídico de carácter totalitario o fundada en la lucha de clases".Las reformas que se votan hoy harán posible en el futuro un mecanismo más flexible para modificar la Constitución. El plebiscito de hoy será para la oposición tan sólo un primer paso imprescindible. Además -insistía la propaganda opositora- con la reforma constitucional se consagra la obligación de respetar los derechos humanos, se pone fin al exilio y el Gobierno que salga de las elecciones del próximo 14 de diciembre durará sólo cuatro años, en vez de ocho.
Frente a estos argumentos del grueso de la oposición, los comunistas oponen que "estas reformas son insuficientes", porque "no cambian el carácter antidemocrático de la Carta". Así lo expresó la dirigente comunista Fanny Pollarolo: "Anular el voto, abstenerse o votar en blanco es una manera de dejar claro que la tarea de democratizar la Constitución queda abierta". Afirma Pollarolo que la reforma no es real, porque permanece intocado el artículo 90, "que otorga a las fuerzas armadas el carácter de garantes".
Con su llamamiento a anular, votar en blanco o abstenerse, los comunistas tratan de capitalizar como un éxito propio hasta los que no acudan a votar por el mal tiempo que estos días reina en Chile.
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