El ataque pone en peligro el alto el fuego en Angola

El derribo de un avión angoleño el pasado domingo por un misil disparado por elementos de la Unión Nacional pata la Independencia Total de Angola (UN ITA), que causó la muerte a 42 de sus 48 pasajeros, puede comprometer el alto el fuego oficialmente en vigor desde hace un mes- y las negociaciones en curso entre el Gobierno de Luanda y los rebeldes de Jonás Savimbi. Pero el portavoz de UNITA en Lisboa, Norberto, Castro, desmintió anoche que su grupo fuese el autor del ataque.

La noticia fue divulgada por la agencia de noticias portuguesa desde la capital angoleña, que citaba una fuente militar gubernamental no identificada. Según ésta, el Antonov 26 realizaba un vuelo entre Luena y Kazombo, en el este de Angola y a corta distancia de la frontera con Zaire, cuando fue abatido. El militar considera el ataque como la más grave de las violaciones de UNITA al acuerdo de alto el fuego pactado en Gbadolite, en presencia de 18 jefes de Estado africanos, y asegura que forma parte de una "verdadera ofensiva militar de los rebeldes, con numerosos muertos y heridos en varias provincias del norte, centro y este de Angola".Ataques contra poblaciones y columnas de vehículos y lavoladura del conducto que suministra agua a la localidad de Soyo, gran centro de la industria petrolera angoleña, configuran, según la fuente militar citada por la agencia lusa, una ruptura deliberada de las treguas y comprometen el reinicio de las negociaciones bilaterales entre Luanda y UNITA previsto para el 30 de julio en Kinshasa.

Negociaciones suspendidas

Suspendidas una primera vez por iniciativa de Luanda y después de las primeras acusaciones mutuas de violación del alto el fuego, las conversaciones, reiniciadas hace una semana, fueron de nuevo interrumpidas el pasado jueves, a petición esta vez de los representantes de UNITA. Éstos afirmaron no estar en condiciones de discutir una propuesta del presidente Mobutu Sese Seko. La propuesta, cuyo contenido no fue revelado, consistía, según fuentes próximas a los negociadores, en un plano de verificación del respeto por ambas partes del alto el fuego.

De ser cierta la información divulgada por el militar, no se vislumbran las razones que pueden haber llevado a UNITA a responder con este reencender de la guerra a una iniciativa del presidente zaireño, su principal aliado en la región y durante la cumbre de la Organización para la Unidad Africana (OUA).

La noticia y la forma en que ha sido divulgada han relanzado las especulaciones acerca defuertes divergencias internas, tanto en el movimiento de Jonás Savimbi como en el seno del régimen de Luanda, acerca del proceso de negociaciones en curso.

La semana pasada, UNITA había dado una muestra de falta de coherencia en sus posiciones públicas con una especie de ultimátum lanzado en Lisboa por el portavoz oficial del movimiento, coronel Alcides Sakata, al Gobierno portugués, exigiendo el reconocimiento político del movimiento rebelde, luego desmentido por Jonás Savimbi en una entrevista televisiva dada a una cadena de televisión estadounidense desde su cuartel general de Jamba, en el extremo sureste de Angola. Una vez más, Savimbi fue mucho más moderado que sus portavoces en el exterior. No formulé condiciones para la continuación del diálogo, aunque insistió en la necesidad de un ptoceso de transición que debería culminar con la realización de elecciones.