La justicia de EE UU niega a Kashogui su petición de libertad provisional

El multimillonario y traficante de armas saudí Adnan Kashogui no consiguió la libertad provisional a su llegada a EE UU procedente de Suiza, país que le entregó a la justicia norteamericana el pasado miércoles. Kashogui ha sido acusado por la justicia estadounidense de haber ayudado al ex presidente filipino Ferdinand Marcos a llevar a cabo varios negocios ¡legales, imputaciones que el multimillonario saudí ha rechazado.

El juez que atendió su caso en una sala situada en la zona sur de Manhattan, no aceptó la petición de fianza solicitada por los abogados defensores de Kashogui, el suizo Paul Gully-Hart y el norteamericano Robert Morvillo. Ambos letrados han expresado su confianza de que durante las próximas horas o días se haga público un auto de prisión o la confirmación de libertad provisional para su cliente. Kashogui ha pasado las dos últimas noches encarcelado en un centro de seguridad del Departamento de Justicia, situado en la ciudad de Nueva York.El multimillonario fue detenido en Berna el pasado 18 de abril a petición de las autoridades norteamericanas, que le acusan de ayudar a Ferdinand Marcos y a su esposa Imelda a comprar propiedades inmobiliarias con dinero ajeno y a vender varias obras de arte propiedad del patrimonio nacional filipino. El detenido explicó cuando fue detenido en Berna que esas obras de arte no eran auténticas y que se trataba de copias de conocidos originales.

Kashogui también ha sido acusado de estar implicado en el Irangate, aunque su participación en la trama creada por Oliver North y sus cómplices no se ha planteado en este pleito. Después de permanecer más de 13 semanas encarcelado en Berna, Kashogui se negó a luchar legalmente contra la extradición y el pasado miércoles aceptó ser enviado a EE UU. El multimillonario fue embarcado en un Jumbo747 de la Swissair y, por supuesto, ocupó un puesto en primera clase. Viajó acompañado por dos policias suizos. A su llegada al aeropuerto Kennedy, el detenido se mostró muy relajado, sonrió a los fotógrafos que le esperaban y rehusó hacer ningún tipo de declaración. Por primera vez en muchos años, Kashogui no cubrió el trayecto entre el Kennedy y Manhattan en una enorme limusina, ni realizando llamadas telefónicas a sus brokers. Esta vez lo hizo en el asiento trasero de un sedán gris del Departamento de Justicia.

El juez John F. Keenan le acusó allí de fraude y conspiración, imputaciones que pesan sobre él desde el pasado mes de octubre, cuando se desmostró que había ayudado a los Marcos a colocar más de 100 millones de dólares propiedad de¡ tesoro nacional de Filipinas y que le habían sido entregados por el ex dictador. El traficante de armas saudí se enfrenta a 10 años de cárcel y 500.000 dólares de multa, pero se espera que el juez Keenan le conceda la libertad provisional.