Corea del Norte, a la sombra del 'gran hermano'
La vida ciudadana está dominada por la influencia del presidente Kim II Sung
ENVIADO ESPECIAL, "Nuestro país es un paraíso", afirma un periodista del diario Juventud Trabajadora al referirse a las condiciones de vida de los habitantes de la República Popular Democrática de Corea (RPDC). "El desarrollo ha sido extraordinario. No estamos todavía a nivel europeo, pero aspiramos a crecer más, tener más sueldo, mejorar la vivienda, comprar un automóvil, viajar...", agrega. Sin embargo, los norcoreanos viven en una sociedad orwelliana en la que todo lo domina el gran líder Kim II II Sung, de 77 años. El Gobierno niega que haya crisis económica, cuestiona que la renta per cápita sea inferior a la de Corea del Sur y asegura que es muy prometedor el futuro de colaboración de empresas extranjeras en el desarrollo de la nación.
Para confirmarlo, muestra al visitante una lista seleccionada de modélicas fábricas, granjas, hospitales o centros escolares, impresionantes auditorios o lujosas obras de infraestructura, como la del metro de Pyongyang.La capital norcoreana es una ciudad moderna de dos millones de habitantes, extraordinariamente limpia, sin polución atmosféricas, con abundantes espacios verdes, anchas avenidas y altos edificios uniformes de viviendas que tienen una cierta semejanza con los de un país del Este Europeo, como la República Democrática Alemana (RDA). No parece asiática. Las calles no están muy transitadas, no hay ruidos ni olores, no se observan bicicletas y apenas transitan vehículos a excepción de los Volvo y Mercedes que sirvieron para transportar a los invitados durante el pasado Festival de la Juventud y de los Estudiantes celebrado la primera semana de este mes. Arquitectónicamente encaja de lleno en el más puro estilo de realismo socialista. Las consignas políticas aparecen en las fachadas de cualquier edificio.
Las viviendas suelen ser unidades de dos o tres ambientes pequeños, cocina incorporada en uno de ellos y cuarto de baño. Una familia suele estar compuesta por un matrimonio y dos hijos. El hombre y la mujer trabajan, pero ésta es la que suele realizar las labores domésticas. El sueldo medio de un norcoreano es de aproximadamente 100 wones mensuales (unos 50 dólares), trabaja ocho horas durante seis días a la semana, disfruta de dos semanas de vacaciones al año y no paga impuestos al ser abolidos éstos completamente en 1974. El Estado distribuye gratuitamente las viviendas y sus moradores sólo deben responsabilizarse de los gastos de mantenimiento, que representan aproximadamente una décima parte del sueldo medio. La mitad de éste la dedican a la alimentación y el vestido, y el resto lo ponen en cartillas de ahorro. Los norcoreanos ahorran sin tener una idea clara de su objetivo. Poseen televisor de color modelo japonés y algunos han adquirido recientemente un equipo de música y un vídeo. Declaran que desean comprar un automóvil en una ciudad donde apenas existen -el precio más barato de un modelo de fabricación nacional es de 1.500 dólares- y en la que la población ha decidido caminar.
El camarada presidente
El tiempo libre lo llenan recibiendo "orientaciones del gran líder camarada presidente Kim II Sung", bailando canciones tradicionales -los jóvenes no conocen la música occidental- o viendo la televisión -siete horas viendo la televisión -siete horas de programación diaria-, en la que abundan, además de la propaganda, infumables películas de amor y de guerra norcoreanas, bastantes soviéticas y alguna que otra de artes marciales. Les gustaría viajar, pero el pasaporte es un documento "que nos guardan en el Ministerio de Asuntos Exteriores" y que pocos utilizan, a excepción de altos funcionarios, cuadros dirigentes o privilegiados cooperantes que van a Cuba, la URSS o algunos países africanos. Viven en una sociedad orwelliana donde el Gran Hermano piensa por ellos y "nuestras publicaciones nos informan de que la Prensa no es libre en Corea del Sur"."Kim Il Sung es el gran líder y presidente de Corea y es el padre de todos los niños", contesta levantándose del asiento de su pupitre una preciosa pequeña que aparenta tener cinco o seis años. La educación es gratuita, tanto la escolar, que dura 11 años, como la universitaria, que oscila entre cuatro o cinco. "Nuestros alumnos son niños muy sanos, creativos, estudiosos, que participan en las tareas de grupo", explica el subdirector de la Escuela Primaria Dae Dong, en cuya entrada hay una estatua de Kim II Sung infante.
Según las estadísticas oficiales, hay 266 centros universitarios en todo el país. El más importante es la universidad Kim Il Sung, donde el hijo del "gran líder", Kim Jong II, estudió Economía y Política desde 1960 a 1963, y en cuya biblioteca, aseguran sus empleados, existen archivados dos millones de libros, entre ellos tratados de filosofía no socialista. Hay un examen de entrada para cursar estudios universitarios por el que se selecciona aproximadamente a uno de cada cinco aspirantes. La matrícula y el alojamiento son gratuitos y los estudiantes pagan sólo los libros financiados en gran parte por el Estado. "Los alumnos no critican los juicios del profesor. No se dan casos de que éste se equivoque al corregir un examen", afirma un docente de la facultad de Geología. Tanto en las carreras humanistas como en las científicas se imparte formación política. "Estudian el marxismo, pero sobre todo la filosofía zuche (la ideología creada por Kim Il Sung)", agrega.
El sexo es tabú en Corea del Norte hasta el matrimonio. Los hombres se casan entre los 26 y 28 años y las mujeres entre los 23 y 25. Rebasadas esas edades la soltería es entendida como un fenómeno extraño. Antes del matrimonio no están permitidas las relaciones sexuales. "El sexo puede distraer la atención en el trabajo", dice un intérprete. "No hay enfermedades venéreas. No existe la prostitución, no hay homosexualidad, tampoco se dan casos de SIDA, afirma un médico del hospital de Pyongyang.
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